La vitamina D es una vitamina soluble en grasa que mediante la activación de su receptor contribuye a numerosos procesos biológicos importantes, entre ellos el mantenimiento de unos niveles normales de calcio y fósforo en la circulación sanguínea humana (*).
Existen dos formas naturales principales de vitamina D:
Las vitamina D2 y D3 están inactivas: necesitan convertirse en 1a, 25- dihidroxivitamina D2 o la 1a, 25 dihidroxivitamina D3 a fin de activar el receptor de la vitamina D. A esta forma la llamamos 1,25 D.
El hígado será el encargado, a través de la enzima hepática 25 hidroxilasa, de poner el primer hidroxilo al colecalciferol en el carbono 25 ( 25 hidroxi colecalciferol o calcidiol,), y el riñón, a través de la 1a-hidroxilasa, pondrá el segundo hidroxilo en el carbono 1, convirtiendo el colecalciferol en el 1a,25 dihidroxivitamina D3.
O sea, todas las formas de Vitamina D son la 1a, 25- dihidroxivitamina D o se convierten en 1a, 25- dihidroxivitamina D.
Esta forma ya es capaz de activar el RECEPTOR DE LA VITAMINA D de los tejidos (intestino, glándula paratoroides, hueso, , cardiovascular, renal, SRAA, sistema inmunitario) donde la vitamina D ejerce sus funciones (ver esquema adjunto).
Recientemente Abott comercializa una molécula, el paricalcitol, que activa de forma selectiva el RECEPTOR DE VITAMINA D sin que haya conversión a 1, 25- dihidroxivitamina D, por ello de gran importancia en patología renal.
Otro trabajo reciente publicado en USA (#), insiste en la importancia de controlar y mantener los niveles de Vitamina D por encima de 20 ng/ml, sin pasar de 30 ng/ml, en todos los grupos de edades niños, adultos, y ancianos (ver mi web entradas anteriores)
Fuentes: (*) Abbott, Ediciones Mayo SA, 2011, Dr Mariano Rodriguez Portillo, HU Reina Sofia, Córdoba.
(#) Vitamin D Found Most Lacking in Big City and Rural Dwellers, J Rural Health. Published online April 4, 2012