09/12/2012TRATAMIENTOS DE LA HIPERSENSIBILIDAD VISCERAL

En los paises occidentales entre un 20 a un 30% de enfermos con reflujo gastroesofágico siguen con sintomatología a pesar del tratamiento con inhibidores de la bomba de protones (Omeprazol o similares); tratamientos nuevos y diferentes para estos enfermos, representan un verdadero reto para médicos e industria farmacéutica. Nuevos productos como GABA B agonists and mGluR5-negative allosteric moduladores, han sido descorazonadores.

Durante los últimos años, el papel de los espacios intercelulares dilatados dentro de la mucosa esofágica, ha sido objeto de gran interés; se pueden encontrar en el subgrupo de enfermedad por reflujo no erosiva, con o sin exposición patológica al ácido, condición que permite la difusión del material refluido a los espacios intercelulares, activando los nociceptores quimiosensibles, que conduce a la sensación de quemazón en epigastrio también llamada pirosis. Si con los inhibidores de la bomba de protones, desaparecen los síntomas de la enfermedad por reflujo no erosiva, la dilatación de los espacios intercelulares desaparece; por el contrario, si con el tratamiento con Omeprazol o similares persiten los síntomas, sin duda los espacios intercelulares siguen dilatados. Un nuevo fármaco la Ribamipide que fortalece la barrera gástrica epitelial, podría mejorar estos enfermos administrando la Ribamipide conjuntamente con el OMEPRAZOL o similar.

Además muchos pacientes sintomáticos a pesar de tomar inhibidores de la bomba de protones, no tienen un reflujo gastro-esofágico excesivo. Esto estaría justificado por una hipersensibilidad visceral, los espacios intercelulares dilatados permitirían al ácido ponerse en contacto con los nervios subepiteliales.

Estudios recientes han demostrado que un Canal no Selectivo de Cationes, el TRPV-1, está expresado al alza en las células gástricas epiteliales y en los nervios sensitivos de los enfermos con reflujo gastroesofágico no erosivo. Además se ha visto que estos enfermos tienen áreas de hiperalgesia (zonas en las que les duele más) en el epigastrio y en la parrilla costal, demostrando que la sensibilidad al dolor juega un papel importante.

En este contexto de hipersensibilidad visceral podrían ser útiles los antidepresivos tricíclicos, la trazodona y los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, que se ha demostrado que suprimen el dolor en el pecho no de origen cardiaco. Actúan sobre el sistema nervioso central o sobre los nervios aferentes. Ha dado buenos resultados el Citalopram 20 mg una vez al día durante 6 meses. Otro sería el Tegaserod, un agonista de la 5-HT 4. Otra medicación serían los antagonistas de el TRPV-1 receptor (AZD1386), que eleva el dintel del dolor en la zona epigástrica y en la piel del pecho. Tampoco son eficientes en todos los casos, pues se han descrito enfermos que siguen con su pirosis. El papel potencial del Vector de energía por radiofrecuencia (Técnia de Stretta) como modulador del dolor, se debe seguir estudiando.

Sin duda (afirman los autores de este artículo) el factor más importante sería la hipersensibilidad visceral, ya que muchos pacientes refractarios al tratamiento no tienen un reflujo excesivo.

Así pues, los fármacos serían los antidepresivos y los antagonistas del TRPV-1.

Fuente: Novel Therapeutics for Gastro-Esophageal Reflux Symptoms, Frank Zerbib, Mireille Simon, Nov 26, 2012.
Expert Rev Clin Pharmacol. 2012;5(5):533-541. © 2012 Expert Reviews Ltd. (extraído de MEDSCAPE.COM)

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