El trastorno gastrointestinal funcional (TGIF) es la causa más común de consulta en patología digestiva, incluido el periodo neonatal con el muy frecuente cuadro de cólicos del recién nacido y lactante.

El dolor abdominal (DA) afecta a 38% de los niños en edad escolar. Un subconjunto de niños que presentan dolor abdominal cumple con los criterios de Roma III con predominio de trastorno gastrointestinal funcional (TGIF).

A pesar de la alta prevalencia no hay fármacos aprobados para el tratamiento de estos trastornos en los niños y adultos y hay poca evidencia científica que apoye la indicación de los tratamientos más comúnmente usados. Esta desconexión durante mucho tiempo ha sido percibida como un problema importante para los clínicos y los investigadores por igual. Ambiente tranquilo y educación, aspectos clave de la consulta en los niños con estos trastornos son difíciles cuando no se dispone de datos científicos. Datos basados en la evidencia permiten al clínico establecer un pronóstico del paciente, tomar una decisión informada sobre cuándo considerar un tratamiento o su fracaso, y proporcionar un arsenal de tratamientos probados en casos de resultados insatisfactorios.

Un obstáculo clave en el diseño de un ensayo clínico de pediatría sobre trastorno funcional y dolor abdominal, es la ausencia de directrices universalmente aceptadas sobre investigación apropiadas a esta edad. No hay marcadores biológicos probados para evaluar el progreso de los pacientes afectos. En ausencia de medios objetivos, la evaluación del progreso clínico se basa en los resultados informados por los pacientes.

Algo semejante se puede afirmar sobre trastornos funcionales digestivos en adultos, acompañados frecuentemente o no, por migrañas.

A nuestro criterio no se considera en general un aspecto metabólico que cada vez se va reconociendo como más involucrado en estos procesos: el acumulo de HISTAMINA:

La histamina necesaria para el correcto funcionamiento de múltiples sistemas, sistema nervioso central, aparato digestivo, respiratorio, si se acumula en exceso en el interior de nuestro organismo, por deficiencia de los enzimas involucrados en su catabolismo, en su destrucción, sobre todo el enzima DIAMINO- OXIDASA (DAO), conduce a múltiples trastornos funcionales digestivos, algias abdominales, diarreas, vómitos, distensión abdominal. Esta deficiencia enzimática da lugar al cuadro que se conoce bajo el nombre de INTOLERANCIA A LA HISTAMINA, que puede ser genética o adquirida.

Se considera que la intolerancia a histamina por un déficit genético alcanza el 10% de la población y según otras encuestas un 25% de población puede padecer una alteración de la DAO.

Ante todo paciente con esta sintomatología de algias, cólicos, flatulencias, diarreas, vómitos, migrañas.. aparte de descartar cuadros como:

Se debe estudiar la Intolerancia a la Histamina y el déficit de diamino-oxidasa y aplicar la dieta correcta y el tratamiento farmacológico adecuado.

• alergias alimentarias
• intolerancias hidratos de carbono,
• intolerancia al gluten tipo celiaquía o no
• parasitosis, candidiasis
• infestación por anisakis
• infección por HELICOBACTER PYLORI
• malrotación intestinal,
• hernias de hiato,
• reflujo gastroesofágico.

Citamos a continuación las referencias de una serie de publicaciones que corroboran este concepto.