El verano con sus vacaciones, viajes, mar, piscinas..etc, son fuente de peligros y problemas. Desde el punto de vista digestivo las infecciones gastrointestinales son frecuentes. Una situación a considerar es la deglución de agua de mar y sobre todo de piscinas por los más pequeños que puede conducir a infecciones virales, ya que  las bacterianas están más controladas por el cloro de la piscina. Con frecuencia me consultan los padres sobre sus pequeños,  preocupados, por la distensión abdominal  acompañada con frecuencia de diarrea,  que presentan en verano, semejante a la del niño con parásitos o celiaquía; habitualmente esta distensión, con o sin diarrea, descartadas las dos causas citadas,  se debe a la simple deglución de grandes cantidades de agua; es aconsejable vigilar a los pequeños en sus chapoteos, o ponerles un flotador ancho que les impida sumergir la cabeza en el agua.

Otro problema de las vacaciones es el mayor tiempo libre  para usar el teléfono  móvil; el problema de tumores intracraneales por su uso parece estar descartado (ver publicaciones anteriores en mi web), pero otro problema publicado recientemente es el de la ceguera temporal, sobre todo por su uso en la cama, en posiciones incorrectas y con la habitación a oscuras, para que los papás no le descubran.

Leed sobre este tema esa reciente publicación citada en Medscape.

El uso de su teléfono móvil en la cama, en la oscuridad, puede causar una pérdida temporal de la visión.

Un artículo publicado en The New England Journal of Medicine examina el caso de 2 pacientes que acudieron a consulta en el Hospital Moorfields Eye en Londres después de experimentar episodios recurrentes de ceguera temporal.

El primer caso se refiere a una mujer de 22 años de edad que había experimentado problemas de visión en su ojo derecho por la noche durante varios meses. El segundo caso se refiere a una mujer de 40 años de edad que durante 6 meses  experimenó al depertarse 15 minutos de  discapacidad visual con  disminución de la visión .

Cuando fueron atendidos en el servicio de Neuro-oftalmología del hospital, se comprobó que los síntomas de ambas mujeres aparecieron minutos después de que habían estado mirando atentas  la pantalla de su teléfono móvil  acostadas en la cama con la habitación a oscuras. Investigaciones posteriores mostraron que las pacientes generalmente estaban acostadas en la cama sobre un lado, mirando el teléfono con un solo ojo, mientras que el otro no lo usaban, al estar  cubierto por una almohada o ropa de cama. De esta forma un ojo estaba adaptado a la oscuridad, y el otro se acostumbraba a la luz brillante de la pantalla del teléfono.

Cuando las pacientes volvían a usar ambos ojos a la vez, el que había estado mirando la pantalla,  era incapaz de adaptarse a la oscuridad, lo que conducía  a la sensación de pérdida de la visión.

Pantallas más brillantes

Dos de los autores comprobaron esta situación en sí mismos,  mirando a sus teléfonos móviles en la oscuridad con un solo ojo y comprobaron que el ojo destapado, el que miraba la pantalla, le costaba varios minutos recuperarse.

Los expertos creen que a medida que los teléfonos móviles se fabriquen cada vez con pantallas más brillantes y se utilicen día y la noche, este fenómeno es probable que sea más frecuente.

FUENTES: Dr G Plant et al, The New England Journal of Medicine, Moorfields Eye Hospital