La merienda o ingesta de alimentos que se realiza entre la comida de mediodía y la cena, tiene un reconocido fundamento bien claro avalado por la fisiología y metabolismo del niño y que permite acoplarlo a los gustos de sus alimentos preferidos. Lo mismo cabe decir del almuerzo español (no del sajón o norte pirenaico que entienden por almuerzo nuestra comida del mediodía.
El niño tiene un requerimiento de hidratos de carbono de absorción y metabolismo rápido superior al del adulto. Cuando ingerimos hidratos de carbono de absorción rápida como patata, arroz, o alimentos dulces con sacarosa, la glucosa ingerida se acumula en el músculo e hígado como glucógeno muscular o hepático.
El glucógeno muscular proporciona una fuente fácilmente disponible de glucosa 1-fosfato para el mertabolismo de la glucosa dentro del músculo en sí. El glucógeno hepático sirve para almacenar glucosa y exportarla para mantener la concentración de glucosa en sangre durante el estado de ayuno o de mayor actividad. La estructura muy ramificada del glucógeno proporciona un gran número de sitios para la glucogenolisis o rotura del glucógeno, que permite liberación rápida de glucosa 1-fosfato para actividad muscular.
Una alta velocidad metabólica da origen a un incremento de la utilización de la glucosa y del fuel o carburante del músculo. Los niños por su tamaño con un hígado más pequeño, tienen unos depósitos de glucógeno ( o carburante comprimido a usar en los momentos de actividad) inferiores a los del adulto, pero por su edad tienen mucha mayor movilidad, podemos decir que no paran nunca, o sea queman más y tienen “menos leña” , son como un coche de carreras con depósito de motocicleta, por ello les gusta todo lo que sean hidratos de carbono de absorción y metabolismo rápido, con sacarosa o no , como patatas, palitos, bastoncitos de cereales y sobre todo galletas, chocolate , chicles, caramelos, dulces…alimentos que adoramos de niños y que de adultos nos dejan más indiferentes.
Además al cerebro no le gusta la poca glucosa, y niños que almuerzan poco a media mañana o no meriendan , pueden tener cefaleas o algias de abdomen, o ganas de vomitar, por poca glucosa circulante.
Sirva lo anterior para justificar la merienda y el bocata de media mañana en niños y no exagerar con la supresión de azúcar …el niño que pide un caramelo o unas patatas chips puede estar defendiendo su cerebro.
Por lo expuesto podemos decir que la merienda (o el refrigerio de media mañana) ha de dar más hidratos de carbono de absorción y metabolismo rápido que grasas y proteínas que el resto de comidas.
Ejemplos de merienda y almuerzo de media mañana, de 2 años en adelante, sin alergia a la proteína de la leche de vaca, y sin o poca deficiencia de lactasa, ni alergia a frutas citadas ni intolerancia al gluten
(yogurt: 100 gr: grasa: 3g, proteínas 3 gr hidratos de carbono sin azucarar: 4gr…Plátano: proteínas 1, 15 gr, grasas: 0,18, hidratos de carbono (H de C): 20,03. Pan: en 10 gr, proteínas 0,62, grasas 0,1, H de C: 2,7 gr
(yogurt: 100 gr: grasa: 3g, proteínas 3 gr hidratos de carbono sin azucarar: 4gr…Plátano: proteínas 1, 15 gr, grasas: 0,18, hidratos de carbono (H de C): 20,03. Pan: en 10 gr, proteínas 0,62, grasas 0,1, H de C: 2,7 gr
Las siguientes propuestas dan un reparto semejante salvo, las que tienen huevo y algunas con queso.
COMENTARIOS:
Estas propuestas de meriendas, como podemos ver por la composición de su productos inmediatos, poseen similares cantidades de todos ellos y sobre todo más abundantes en H de C, salvo en el caso de la merienda con huevo y algunas con queso, por lo que recomiendo no darla más de una vez cada semana o cada dos semanas, dependiendo de los huevos o proteínas que tome en las otras comidas.
En caso de alergia a la proteína de la leche de vaca o huevo y sin o poca deficiencia de lactasa, o alergia a frutas citadas o intolerancia al gluten, u otras alergias ,suprimir los respectivos alimentos de la lista citada.