La hepatitis autoinmune (Joanna Vitfell-Pedersen et al. JPGN 2012; 55: 376-379) en niños es una enfermedad inflamatoria, crónica y progresiva del hígado, de etiología desconocida; viene a repesentar de un 2 a 5% de la hepatopatías crónicas de la infancia y entre un 10 a 20 % de las de los adultos, más frecuente en el sexo femenino.
El diagnóstico se basa en la histología, signos clínicos y pruebas bioquímicas, incluyendo altos niveles de inmunoglobulinas séricas y la presencia de autoanticuerpos.
Basado en los autoanticuerpos, la hepatitis autoinmune, según Joanna Vitfell-Pedersen se puede dividir en los siguientes tipos:
En una minoría de pacientes no se detectan los autoanticuerpos, lo que puede hacer en ocasiones más difícil el diagnóstico.
Esta hepatitis autoinmune se asocia frecuentemente (6 a 8%) con otros procesos como la colangitis esclerosante o enfermedad inflamatoria intestinal.
La forma de presentarse es muy variada e inespecífica, como fatiga, desmayos, letargia, anorexia, nauseas, dolor abdominal, prurito.
En un 25 a 50 % la presentación es similar a la de la hepatitis aguda, con fiebre, ictericia, dolor abdominal, hepatoesplenomegañlia..; Lo característico de la histología, a la biopsia de hígado, es la infiltración por células
Lo característico de la histología, a la biopsia de hígado, es la infiltración por células mononucleares y plasmáticas de los espacios porta. En otras ocasiones puede cursar casi asintomático, tan solo mostrar una elevación de las transminasas y en ocasiones espenomegalia.
No olvidar que la Enfermedad de Wilson o la Deficiencia de alfa 1 antitripsina, en algunas raras ocasiones tambén cursan de una form a muy solapada, por lo que no deberemos olvidarlas en el diagnóstico diferencial.
El tratamiento se centra según la autora Joanna Vitfell-Pedersen y la comentarista de la editorial Maria Pia Cicalese, en la combinación de Azatiprina (Imurel ) y prednisolona; en mi opinión la pauta idónea sería:
1.- dosificación de autoanticuerpos i HLA citados, junto con estudio de la función hepática como protrombina, fibrinógeno, factor V.
2.- una vez establecido el diagnóstico, dosificar la Tiopurín metil transferasa para poder calcular la dosis de Imurel a dar.
3.- Empezar con Prednisolona a una dosis de media de 1 mg /k de peso y día, junto con el Imurel que haya que administrar, según el enzima citado-
4.- Prolongar la Prednisolona a dosis baja hasta que haga efecto el Imurel que en ocasiones tarda un mes o un mes y medio, o dos meses.
5.- Seguir solo con Inmurel o bien combinado con Prednisolona a una dosis muy baja, por ejemplo 1 o 2 mg para niños 30 kg, o si responde bien con normalización de transaminasas, dar tan solo prednisolona a esas dosis dosis mínimas.
6.- Si reciben Imurel controlar las inmunoglobulinas, ácido úrico,..por la lejana posibilidad de desarrollar un síndrome reticular.