Los médicos que tratamos pacientes con diferentes patologías hepáticas, malabsortivas  tememos que la actual epidemia con COVID 19 se cebe especialmente con nuestros enfermos;  una patología especialmente vulnerable es la FIBROSIS QUISTICA DE PANCREAS (FQ), ya que reúne una insuficiencia pancreática, con poca alcalinidad en el duodeno y disminución progresiva de las enzimas pancreáticas, y además se asocia a importantes problemas respiratorios, que abocan a un trasplante pulmonar en muchas ocasiones. Además de posible diabetes. Afortunadamente Medscape   cita una reciente sesión  virtual  de la «North American Cystic Fibrosis Conference» .concerniente este interesante interrogante de si los enfermos de CF son particularmente susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 y quizás con peor evolución (Jim Kling, MDedge News. November 11, 2020. Medscape Medical News © 2020 WebMD, LLC.Send comments and news tips to news@medscape.net.Cite this: Cystic Fibrosis Patients’ Vulnerability to COVID-19 Infection: Preliminary Data Ease Fears)Os aconsejamos leer el original o este resumen.

El Dr. D.B. Sanders, que es neumólogo pediátrico en el Hospital Riley para Niños y la Universidad de Indiana, ambos en Indianápolis, presentó datos del Registro de Pacientes de la Fundación para la Fibrosis Quística, que incluye a pacientes de los Estados Unidos. Como en otras poblaciones, mostró que el uso de la atención médica ha disminuido entre los individuos con FQ. De abril a septiembre de 2019, el 81% de los encuentros clínicos se realizaron en la clínica y el 12% en el hospital.

Hasta el 17 de agosto, Sanders informó que 3.048 individuos con FQ habían sido sometidos a pruebas de COVID-19, con 174 resultados positivos. Las disparidades raciales y étnicas en los resultados positivos de las pruebas observadas en otras poblaciones también se observaron entre los individuos con FQ.

Algunas investigaciones sugieren que los individuos post-trasplante pueden estar en mayor riesgo de resultados severos. Sin embargo, los investigadores advirtieron que los datos son demasiado escasos para sacar conclusiones firmes, y los análisis en curso de los registros de pacientes y otras fuentes deberían proporcionar una mayor comprensión de la carga de COVID-19 entre los individuos con FQ.

Hasta el 17 de septiembre, se habían producido 51 hospitalizaciones y dos muertes en los Estados Unidos entre 212 individuos con FQ que dieron positivo en las pruebas de COVID-19, con números cada vez mayores que reflejan las tendencias de la población estadounidense. Una muerte ocurrió en un paciente con enfermedad pulmonar avanzada, la otra en un paciente con trasplante de pulmón.

Una noticia alentadora fue que las hospitalizaciones entre individuos con FQ han disminuido desde el comienzo de la pandemia. «Creo que esto demuestra lo bien que nuestras familias se distancian socialmente, usan máscaras, y ahora que no están expuestas a los virus, creo que estamos viendo los frutos de esto con menos hospitalizaciones», dijo Sanders. Señaló que es posible que parte de la disminución haya sido la renuencia a ir al hospital, y que la introducción de la triple combinación de terapia moduladora reguladora de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística también ha contribuido probablemente. «Ya estábamos viendo menos hospitalizaciones incluso antes de que se produjera la pandemia», dijo.

En la sesióin, Rebecca Cosgriff, directora del Servicio de Control de Calidad en la Sociedad de Fibroso Quística de Inglaterra,  informó sobre los resultados de una segunda ronda de recopilación de datos con fecha límite del 19 de junio, que se amplió a 19 países e incluyó a muchos de América del Sur y más de Europa. La red abarcó alrededor de 85.000 individuos con FQ, y contó 181 casos de COVID-19. Un total de 149 casos no fueron trasplantes y 32 fueron postrasplantes (28 de pulmón solamente). El 15% del grupo sin trasplante era mayor de 40 años, comparado con el 41% del grupo con trasplante. Las mutaciones homocigóticas  de DELTA F 508fueron más comunes en el grupo de post-trasplante (59% vs. 36%).

En todos los grupos de edad, las hospitalizaciones fueron más comunes en los pacientes con  porcentaje delos valores de FEV1 inferiores al 70% (P = .001). Cosgriff también expresó su preocupación por el grupo de post-trasplante. «En todos los resultados que podrían ser indicativos de la gravedad de la infección -hospitalización, admisión en la UCI, nuevo oxígeno suplementario y ventilación no invasiva- la proporción del grupo de fallecidos en el grupo de  post-trasplante fue mayor en todos los casos», dijo durante su presentación. Contabilizó siete muertes. Cosgriff señaló que había muy pocas muertes para analizar las tendencias, pero presentó una diapositiva que mostraba las características de los pacientes fallecidos. «Factores como ser posttransplantado, ser hombre, tener menos FEV1 de lo predicho, tener más de 40 años o tener diabetes relacionada con la FQ, todos aparecen con bastante frecuencia entre la cohorte de personas que murieron», dijo.

En general, los resultados de estas encuestas son alentadores, lo que sugiere que los temores iniciales de que los casos de COVID-19 podrían ser más graves entre los individuos con FQ podrían no haberse confirmado hasta ahora. Sanders señaló en su charla que no hay suficientes casos en el cohorte de EE.UU. para mostrar los vínculos con los factores de riesgo con importancia estadística. «Pero afortunadamente no estamos viendo una gran cantidad de resultados negativos», dijo.

NOTA DEL DR TORMO: lástima que en otras patologías,como la deficiencia de alfa 1 antitripsina, no tengamos datos tan bien estudiados como en la CF.