Los nuevos fármacos sometidos a ensayos clínicos, así como otros en fase pre-clínica, puede que algún día permitan disfrutar del gluten de nuevo, a las personas con enfermedad celíaca.

Estas opciones están aún a años de una disponibilidad comercial, pero los resultados han sido alentadores, según una revisión «on line» de la cartera de fármacos el 26 de febrero publicado en Gastroenterología Informe.

«En base a los datos sobre ClinicalTrials.gov, hay dos productos que se están investigando y que a nuestro criterio pueden entrar en grandes ensayos confirmatorios en un futuro no muy lejano», dijo el autor principal, el Dr. Klaus Gottlieb, director médico senior de inmunología y medicina interna para Quintiles, empresa que ofrece servicios de desarrollo bio-farmacéutico y consultoría en Durham, Carolina del Norte.

«Uno de ellos es una enzima que divide el gluten en productos inocuos más pequeños y otro que induce un intestino menos ‘poroso’, evitando así que las sustancias potencialmente tóxicas alcancen capas más profundas donde puedan causar inflamación», dijo Gottlieb.

Dos millones de estadounidenses y 3,5 millones de europeos tienen la enfermedad celíaca, aunque más de la mitad en los EE.UU. no son diagnosticados, dicen los autores.

Varias nuevas terapias han demostrado ser prometedoras en ensayos humanos, apareciendo al menos algún dato positivo. Ninguno de ellos ha entrado en ensayos de seguridad, el último paso antes de la aprobación por la Food and Drug Administration (FDA) y antes de una disponibilidad comercial.

Todavía es difícil decir cuando una de estas opciones se podrá comercializar, pero si todo va bien podría suceder entre unos tres a cinco años, dijo Gottlieb a Reuters Health por correo electrónico.

En una de las terapias orales, los pacientes toman una mezcla de dos enzimas que escinden la molécula de gluten en productos inocuos más pequeñas. En un ensayo en adultos con enfermedad celíaca, los pacientes que tomaban este fármaco no mostraron ningún cambio en sus biopsias intestinales tras la ingesta de gluten, mientras que los que tomaron placebo presentaron una lesión de la mucosa intestinal.

Sin embargo, los síntomas fueron similares en ambos grupos.

En otra de las terapias, los pacientes tomaban tres dosis diarias de otro medicamento diseñado para controlar el proceso inflamatorio en los intestinos; se consiguió reducir la diarrea, los síntomas de indigestión y el dolor abdominal.

Varios otros medicamentos, en etapas tempranas de desarrollo, están dirigidos a la supresión de la respuesta inmune al gluten y la prevención de la inflamación intestinal.

Antes de que los medicamentos sean aprobados, es difícil decir si van a permitir que las personas con enfermedad celiaca puedan tomar gluten en cantidades pequeñas, grandes o sin restricciones, dijo Gottlieb y añadió «Si toman una gran cantidad de gluten, puede que tengan algunos síntomas y tal vez otras consecuencias para la salud a largo plazo». Algunos de estos fármacos se deberían tomar justo antes de ingerir gluten y otros serían más eficaces administrados continuamente de una forma regular.

Comentario del Dr. Tormo: De momento hay que aguantar con la dieta sin gluten, al menos, según Gottlieb, durante un periodo de 3 a 5 años.

FUENTE

http://bit.ly/1Gohfll – Gastroenterología Informe 2015.
(Reuters Health) Por Kathryn Doyle (Medscape)