Hemos de ser prudentes al solicitar exploraciones radiológicas; es interesante para pediatras y padres el artículo que reseño:

Se ha publicado recientemente (ver fuentes) que los niños y adolescentes a los que se les somete a una TOMOGRAFIA AXIAL COMPUTORIZADA también conocida por las siglas TAC, tienen un riesgo más elevado de desarrollar un cáncer que los que no han sido sometidos a esta exploración, aunque el riesgo absoluto es relativamente bajo.

Estos autores revisaron las historias clínicas de niños y adolescentes de 0 a 19 años; unos 680.211 habían sido sometidos a un TAC y un 18% en más de una ocasión.

Durante un periodo de 9,5 años y despreciando los casos de tan solo un año tras la exploración, la frecuencia de aparición de cáncer fue un 24 % superior a la del grupo no expuesto al TAC.

El cáncer cerebral tuvo la incidencia más alta, lo cual es lógico si se tiene en cuenta el grado de sospecha cuando se practica este exploración, pero la incidencia corregida por este riesgo (IRR o Incidence rate ratio) fue de 2.97 (95% CI, 2.28 – 3.66). De todas formas, el incremento en el IRR se mantuvo alto para todos los cánceres excluido el cerebral. La incidencia fue más alta en niños por debajo de 5 años.

Los investigadores calcularon que la frecuencia de la incidencia absoluta para todos los cánceres fue de 9,38 por 100.000, o sea un cáncer de más por cada 1.800 exploraciones TAC . De todas formas esta cifra aumentada de cánceres en los sometidos a TAC, no puede probarse categóricamente, pero sí aconseja ser prudente en la recomendación de esta prueba, que equivale a muchas radiografías realizadas en una sola exploración.

Fuente: Published online May 21 in the British Medical Journal, John D. Mathews, MBBS, MD, PhD, DSc Hon, DMedSc Hon, professor of epidemiology at the School of Population and Global Health, University of Melbourne, Carlton, Victoria, Australia, BMJ. Published online May 21, 2013.
y citado en Medscape.com,