En la última reunion de la «American Academy of Allergy, Asthma & Immunology (AAAAI) 2013 Annual Meeting.» (según Kate Johnson, Medscape.com, Feb 13, 2013), se ha hablado sobre el ‘misterio’ de la sensibilización alérgica y la forma de promover la tolerancia.
El Dr Abramson habló sobre la inmunoterapia lingual y sublingual, puntualizando que por el momento el mejor tratamiento es el evitar los desencadenantes de la alergia.

Se puso de manifiesto el papel que juega en el desencadenamiento de la alergia la polución atmosférica, productos como polycyclic aromatic hydrocarbons y el dichlorophenol; se habló de epigenética, de cómo los factores ambientales pueden afectar la expresión genética y con ello la aparición del asma y de la alergia.

Se mencionaron trabajos que demostraron que partículas de los gases del tubo de escape de los motores Diesel, pueden inducir la aparición de anticuerpos alérgicos en secreciones nasales.

Se confirmó que las bacterias que habitan nuestro cuerpo son beneficiosas y no son patogénicas, pero si carecemos de algunas cepas se puede inducir la aparición de patologías como eczema grave, dermatitis atópica, o enfermedades auto inmunes del intestino como la Enfermedad de Crohn, o la colitis ulcerosa, lo que abona el campo al uso de probióticos.

Se comentó también la asociación que seguro existe entre la administración de antibióticos y el desarrollo de la alergia alimentaria; Bryan Love lo atribuye a que los antibióticos producen una alteración de la flora normal del intestino. (lead investigator Bryan Love, PharmD, from the South Carolina College of Pharmacy in Columbia) .

Otros speakers, hablaron sobre la eficacia de la administración de Omalizumab en el tratamiento de la urticaria de aparición espontánea o crónica, y que puede considerarse una alternativa a los antihistamínicos, a los que muchos pacientes son refractarios.

También se habló de la alergia a la penicilina, afirmando el Dr Abramson, que un 85% de los alérgicos a la penicilina, dejan de serlo en un periodo de 10 años; se podría confirmar con la práctica de tests cutáneos con derivados de la penicilina o en su defecto con la misma penicilina, punto este último que no pudo llegar a demostrarse.

En cuanto al cáncer se demostró que la vacunación puede ser útil en ciertos cánceres y en la supresiópn de recaídas, como el linfoma folicular, al inducir la inmunidad cellular, debiendo ser personalizado para cada paciente.