Ya hemos comentado la explosión de enfermedades alérgicas, de la alergia alimentaria, y de las intolerancias reales o ficticias..Podríamos vulgarizar diciendo que “hay mucho ambiente alérgico” que hay “fiesta alérgica” ..y como las flores que siguen a la lluvia en la primavera, bien manifiestas en la pradera mediterránea (ver van Gogh en Arles), han surgido pruebas para diagnosticar esas intolerancias, algunas sin ningún valor clínico como las basadas en la dosificación de IgG ante diferentes alimentos; otras basadas en la liberación de histamina están todavía en estudio. La intolerancia a alimentos se puede deducir del estudio de grasa y nitrógeno en heces y estudio de gases hidrógeno, metano y CO2 en aire espirado. Las más fiables en cuanto a la alergia, siguen siendo el RAST o CAP con dosificación de IgE espedífica a alimentos ,los pricks, parches, entre otros
Corolario de esa incidencia aumentada de la alergia, es la preocupación de los médicos en hallar la causa y de esta forma encontrar como prevenirla. Un gran avance fue la teoría de la higiene, reconocer que para nuestro bien, la naturaleza nos quiere sucios, al menos un poco, para intentar invertir el equilibrio entre Th1 y Th2, comprometido en las sociedades avanzadas y con gran nivel de higiene, y ante los compromisos mal cumplidos la naturaleza pasa factura antes o después.
No solo se trata de la higiene; la introducción tardía de los alimentos también ha sido incriminada; a este respecto leed las referencias citadas a continuación o el resumen entresacado de MedScape (Tara Haelle, june 19, 2017, ) y seguro que tras leerlo, estareis....más perplejos.
Los expertos sugieren ser más cautos sobre la administración precoz de alimentos para evitar la alergia.
HELSINKI – Según sugiere un nuevo estudio en niños con síntomas precoces de piel atópica, la introducción de una amplia gama de alimentos durante el primer año de vida puede reducir más adelante el riesgo de eccema y alergias.
Pero la situación puede no ser como parece, advirtió la principal autora, Iana Markevych, PhD, epidemióloga de Helmholtz Zentrum München, el Centro Alemán de Investigación para la Salud Ambiental de Munich.
"¿Es esto un efecto verdadero o un artefacto estadístico?" Dijo en el Congreso de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) 2017.
Un cambio reciente en cómo prevenir diversas condiciones alérgicas se centra en una mayor exposición y más precozmente, a diferentes alimentos y otros posibles alérgenos; dos estudios previos concluyeron que el aumento precoz de la administración de una diversidad de alimentos fue un factor protector contra el posterior desarrollo de la enfermedad alérgica (J Allergy Clin Immunol. 133: 1084 - 1091, J Allergy Clin Immunol., 2014, 133: 1056 - 1064).
Sin embargo, aunque esto se ha comprobado en algunas alergias alimentarias como el cacahuete y el huevo, las limitaciones de los estudios observacionales y el riesgo de malinterpretar la causalidad inversa aconseja ser cautelosos al llevar este concepto demasiado lejos, dijo el Dr. Markevych.
"No podemos fiarnos de la aparición de los primeros síntomas en la piel y la ingesta de una diversidad de alimentos", explicó. "Ningún estudio observacional puede hacer eso, por lo que se necesitan estudios de intervención".
Su equipo de investigación realizó un seguimiento prospectivo de la ingesta de 48 alimentos durante el primer año de vida de 2518 niños en una población de base alemana con cohorte de nacimiento multicéntrica. La cohorte incluyó 1507 niños con síntomas tempranos de la piel atópica y 1011 niños sin. Los síntomas de la piel incluyeron dermatitis atópica, cualquier tipo de eczema, seborrea o eczema seborreico ya en la cuna , o síntomas relacionados con la alergia alimentaria tales como urticaria o edema alérgico.
Dividieron los alimentos en grupos: verduras, frutas, carne, productos lácteos, huevo, pescado y otros (como soja, chocolate y nueces). Los investigadores evaluaron el desarrollo de enfermedades alérgicas a través de la edad hasta los 15 años; incluyendo eccema diagnosticado por un médico entre las edades de 2 y 15 años, asma entre 3 y 15 años, rinitis alérgica entre 3 y 15 años o sensibilización alérgica a aeroalérgenos o alérgenos alimentarios a las edades de 6, 10 y 15 años, basado en el análisis de IgE e IgE específico por ImmunoCAP.
El análisis reveló que los niños expuestos al cuartil más alto de la diversidad de alimentos tenían un 33% menos de probabilidades que el resto de la población. de desarrollar eczema (odds ratio [OR], 0,67) y 39% menos probabilidades de desarrollar una alergia a los alérgenos inhalados (OR, 0,61) en comparación con aquellos en el cuartil más bajo.
Los investigadores señalaron que los resultados en los niños con síntomas precoces en su piel tenían los porcentajes de probabilidades de alergia en posición más alta..También los niños con síntomas precoces en su piel, experimentaron una mayor prevalencia de rinitis alérgica en la adolescencia.
Además, los niños sin síntomas precoces en la piel en el cuartil más alto de la diversidad de alimentos, tenían un 79% menos probabilidades de asma en comparación con aquellos en el cuartil más bajo (OR, 0,21).
Göran Wennergren, MD, PhD, profesor de pediatría en el Instituto de Ciencias Clínicas de la Universidad de Gotemburgo, dijo que estaba de acuerdo en que la causalidad inversa es un reto en la evaluación de estos estudios, pero señaló que tenía sentido el beneficio potencial de la Introducción más precoz de una variedad más amplia de alimentos.
Estudios previos han demostrado ya un efecto protector de la introducción temprana de alimentos, entre los 6 y 9 meses de edad, dijo, pero él admite que es bueno recurrir a una diversidad de alimentos para reducir el riesgo de desarrollar posteriormente enfermedades alérgicas. "… estamos promoviendo la introducción temprana de estos llamados alimentos alergénicos porque estamos observando buenos efectos, como con la introducción temprana de pescado, por lo que creo que también la introducción temprana de otra gran cantidad de alimentos diferentes es a la larga, seguir el mismo camino ", dijo a Medscape Noticias médicas.
La advertencia que el Dr. Markevych enfatizó al interpretar estos y otros hallazgos, sin embargo, fue una bocanada de aire fresco para Thorsten Stanley, MBChB, DObstRCOG, de la Universidad de Otago en Wellington, Nueva Zelanda. "Es un estudio muy interesante, ya que pone un poco de equilibrio en este entusiasmo de que en los bebés, tan sólo con introducir una mayor variedad de alimentos se evitará la enfermedad alérgica", dijo el Dr. Stanley. Señaló otros factores potenciales, basados en la práctica ya histórica, que han sido casi ignorados en las discusiones recientes sobre la prevención de enfermedades alérgicas "Si volvemos 100 años atrás, la introducción de sólidos suele ser realizada por madres premasticando la comida y dándosela al bebé. Los primeros alimentos se mezclaban con saliva y cualquier otra cosa de la boca, y se le daba al bebé de esa manera; varios estudios han sugerido que el contenido de la boca de los padres ha protegido de la enfermedad alérgica".
Añadió el Dr. Stanley que “le preocupa lo altamente esterilizada que es la comida sólida para bebés hoy en día, desprovista de todos los microorganismos, y mucho menos de los de la boca de los padres del niño.
"Tal vez estamos introduciendo los alimentos mal", dijo. Tal vez deberíamos poner la comida en nuestra propia boca primero, y luego darla al bebé.
COMENTARIO DEL DR TORMO: limpieza e higiene pero sin pasarse; difícil hallar el término medio.