El tejido llamado "materia gris" presente en el cerebro y en la médula espinal es también conocido como sustancia grisácea y está compuesto por cuerpos celulares. (Google2021). La "materia blanca" o sustancia alba está compuesta por fibras nerviosas. Los axones, el matiz grisáceo de las neuronas y las células gliales, combinan con el rojo de los capilares para dar a este tejido su color grisáceo-rosado , de donde viene el nombre de substancia gris. Esta materia gris, es la sustancia del cerebro donde se concentran las células neuronales
La materia gris o substancia gris a través de conexiones neuronales cumple funciones mentales y cognitivas; cumple con la función vital de ser la receptora de la información y la encargada del pensamiento, es decir, del raciocinio y la memoria en sus diversas áreas y acepciones.
El déficit de substancia gris es común en el grupo de esquizofrenia y trastorno bipolar tipo I (episodios maniacos con excesiva euforia y otros episodios depresivos, que alternan con periodos normales), supone que la función que realiza esa parte del cerebro está "de alguna manera disminuida” . La esquizofrenia es un grupo de enfermedades mentales que se caracterizan por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida del contacto con la realidad. Un estudio liderado por científicos españoles asocia el menor volumen de materia gris a la esquizofrenia y al trastorno bipolar (
Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry 47(11): 1311-1320, 14 enero 2009 12:24), Esta investigación liderada por científicos del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) revela que los adolescentes con un primer brote de psicosis tienen un menor volumen en la materia gris del cerebro que los adolescentes sanos. Lo curioso es que esta alteración está presente en enfermos con psicosis diferentes, como el trastorno bipolar o la esquizofrenia.
El objetivo del estudio fue examinar y localizar en el cerebro las diferencias en el volumen de materia gris en personas sanas y las diagnosticadas con brotes psicóticos en la infancia o en la adolescencia. La psicosis fue clasificada por los investigadores en tres subgrupos: esquizofrenia, trastorno bipolar y otras psicosis que no se encuadran en ninguna de las anteriores.
El estudio, publicado en el "
Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry", analiza una muestra de 121 personas con una edad comprendida entre los 7 y los 18 años. Todos los pacientes y controles fueron sometidos a un examen por resonancia magnética para registrar los posibles cambios estructurales del cerebro.
"Lo interesante es descubrir qué alteraciones comunes tienen dos tipos de psicosis que se diferencian clínicamente, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, para mejorar el diagnóstico de estas enfermedades", explica el Dr. Santiago Reig, uno de los autores del estudio e investigador en el Laboratorio de Imagen Médica del Hospital Gregorio Marañón.
Los resultados del trabajo confirman un menor volumen de la materia gris, la sustancia del cerebro donde se concentran las células neuronales. Este déficit, común en el grupo de esquizofrenia y trastorno bipolar tipo I, supone que la función que realiza esa parte del cerebro está "de alguna manera atrofiada".
Además, la técnica utilizada por los investigadores precisa la localización de estas alteraciones. Por ejemplo, "los pacientes con brotes psicóticos tempranos (antes de los 18 años) tienen alteraciones en la zona de la circunvolución media prefrontal del cerebro, encargada de los procesos de cognición y de regulación de sensaciones", puntualiza el Dr. Reig.
Sin embargo, no se puede hacer una relación causal entre una alteración en esa zona y la aparición de estas patologías. Las enfermedades psiquiátricas necesitan un diagnóstico más complejo. Pero lo que refleja la investigación es que la mayoría de las personas con esquizofrenia y trastorno bipolar tipo I sufren este déficit de materia gris y la mayoría de las personas sanas poseen un volumen normal.
Varios estudios han asociado el consumo de marihuana (NIH, National Institute on Drug Abuse, Google 2021)tcon un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos, incluidos la psicosis (esquizofrenia), la depresión, la ansiedad y los trastornos por consumo de drogas, pero no siempre es fácil determinar si el consumo es efectivamente la causa de estos trastornos o en qué medida los causa. Se ha comprobado que la cantidad de droga que se consume, la edad a la que se consume por primera vez y la vulnerabilidad genética de la persona son todos factores que influyen en esta relación. Las pruebas más sólidas hasta ahora se refieren a una conexión entre el consumo de marihuana y los trastornos por consumo de drogas, y entre el consumo de marihuana y trastornos psiquiátricos en personas que tienen una vulnerabilidad preexistente, genética o de otro tipo.
Investigaciones recientes (ver "
Psicosis y variaciones del gen AKT1") han descubierto que las personas que consumen marihuana y tienen una variante específica del gen
AKT1 (que codifica una enzima que afecta las señales de dopamina en el
estriado) tienen un riesgo mayor de sufrir de psicosis. El estriado es la parte del cerebro que se activa y se inunda de dopamina en presencia de ciertos estímulos. Un estudio halló que el riesgo de psicosis entre quienes tienen esta variante fue siete veces mayor para quienes consumían marihuana diariamente en comparación con quienes la consumían en forma espaciada o no la consumían.
Otro estudio halló un mayor riesgo de psicosis entre los adultos que habían consumido marihuana en la adolescencia y además tenían una variante específica del gen
catecol-O-metiltransferasa (COMT), una enzima que diluye neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina. También se observó que el consumo de marihuana empeora el curso de la enfermedad en pacientes que ya sufren de esquizofrenia. Como se indicó, la atrofia del cortexereebral , ya a nivel popular y en prensa no especializada se redonoce y difude (La Voz de Puebla, 6.06. 2921
Pero ¿otros productos pueden producir esa atrofia del cortex?; sí que los hay y uno bien conocido y con muy buena prensa en todo el mundo; la cafeína, que además de los efectos citados en la pagina web de hace dos semanas, tiene efectos sobre el cortex cerebral.
CAFEINA
El consumo habitual de cafeína está relacionado con la reducción del volumen de materia gris, pero no por su posible impacto negativo en el sueño (Regular Caffeine Consumption Tied to Reduced Brain Volume, but Don't Lose Sleep Over It, Megan Brooks, Medscape, March 03, 2021); los investigadores descubrieron que el impacto de la cafeína en la materia gris parece ser temporal, con un rebote después de un período de abstinencia de cafeína.
El primer autor Yu-Shiuan Lin, estudiante de dotorado del Centro de Cronobiología de la Universidad de Basilea (Suiza),, dijo que no es posible decir si el efecto de la cafeína en la estructura del cerebro es perjudicial: "Hasta ahora no tenemos pruebas claras que indiquen alguna consecuencia funcional de la reducción de la materia gris. Tampoco sabemos si esa plasticidad restaurable en sí misma conlleva beneficios o perjuicios. (publicado en línea Caroline Reichert, 15 de febrero 2021 en la revista Cerebral Cortex)
Para entender si el consumo regular de cafeína afecta a la estructura del cerebro debido a la falta de sueño, los investigadores estudiaron a 20 consumidores habituales de cafeína jóvenes y sanos. Durante el estudio doble ciego, aleatorio y cruzado, los participantes recibieron cápsulas de cafeína (150 mg tres veces al día) o de placebo para tomar durante dos períodos de 10 días y se les pidió que se abstuvieran de consumir cafeína durante los períodos de estudio. Como orientación recordemos que en promedio una taza de café de 150 ml aporta 100 mg de cafeína; si se toman de dos a tres tazas a diario se va a ingerir entre 200 y 300 mg de cafeína; en estas proporciones no suele generar efectos secundarios según la EFSA. Una taza de té verde generalmente contienen entre 20 y 50 mg de cafeína. Al final de cada período de 10 días, los investigadores examinaron el volumen de la materia gris de los participantes con IRM y la calidad del sueño en un laboratorio de sueño.
Al final de cada período de 10 días, los investigadores examinaron el volumen de la materia gris de los participantes con IRM y la calidad del sueño en un laboratorio de sueño.
Los resultados no mostraron diferencias en la profundidad del sueño de los participantes, independientemente de si habían tomado pastillas de cafeína o de placebo. Sin embargo, hubo una diferencia significativa en el volumen de materia gris entre los períodos de cafeína y placebo.
Después de 10 días de cafeína, hubo una reducción significativa del volumen de materia gris frente al placebo. La diferencia era más evidente en el lóbulo temporal derecho, incluido el hipocampo, que es esencial para la consolidación de la memoria.
Sin embargo, tras 10 días de abstinencia de cafeína, el volumen de materia gris se había recuperado significativamente.
Los resultados demuestran que "la estructura del cerebro puede responder al consumo diario de cafeína", dijo Lin.
No está claro si el efecto es lineal. "No sabemos qué ocurrirá si se continúa con la dosis de cafeína dada durante otro periodo más largo. A veces el cerebro se adapta, a veces lo tolera", añadió.
"Nuestros resultados no significan necesariamente que el consumo de cafeína tenga un impacto negativo en el cerebro. Pero el consumo diario de cafeína afecta evidentemente a nuestro hardware cognitivo, lo que en sí mismo debería dar lugar a más estudios", dijo la investigadora principal, Caroline Richert.
Otro factor dietético y su relación con el cerebro a tener en cuenta es l
a lactosa; se ha demostrado que el tamaño del cerebro de una especie está relacionado con la cantidad de lactosa de la leche materna de esa especie. Ver en esta web galacto-oligosacáridos.
Nota del Dr Tormo: si tomais dos o máximo tres cafés al día y no teneis gastritis, no os va a pasar nada