Como especialista en nutrición, mi deber es comunicar lo que beneficia y perjudica la salud , lo que puede gustar oÍr y lo que no.
Es un axioma por mí repetido, que en lo referente la nutrición, de los alimentos habituales a nuestro abasto, hay que comer de todo un poco y de mucho nada.
Ese axioma ¿se puede aplicar a las bebidas alcohólicas ?...¿Sí...no?
Pues bien: no.
Leed el siguiente artículo (o en su defecto este resumen) de la Dra Anya Topiwala, MD, Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford , Hospital Warneford, Reino Unido, publicado en el BMJ junio de 2017, sobre este tema:
Según nuevas investigaciones, el consumo moderado de alcohol se asocia con hallazgos patológicos en el cerebro, incluyendo la atrofia del hipocampo, comparado con personas que no beben nada de alcohol.
También se vio que la mayor ingesta de alcohol predijo una disminución más rápida en las mediciones cognitivas de la fluidez léxica, aunque no la fluidez semántica o el recuerdo de palabras.
"En este estudio, encontramos que el consumo moderado de alcohol, dentro de los límites de seguridad de EE.UU., se asoció con múltiples efectos cerebrales estructurales adversos y una disminución cognitiva más rápida, en lugar de ser protectora", afirmó la autora principal, Anya Topiwala, MD, Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford , Hospital Warneford, Reino Unido, Los hallazgos se publicaron el 6 de junio en BMJ.
Los resultados respaldan las recientes orientaciones sobre la reducción del consumo de alcohol en el Reino Unido y
ponen en duda los límites actualmente recomendados en los Estados
Unidos.
"El alcohol podría representar un factor de riesgo modificable en el deterioro cognitivo, e intervenciones de prevención primaria dirigidas a la edad avanzada, podrían ser practicadas ya demasiado tarde", concluyen los investigadores.
Las pautas de la Asociación Americana del Corazón recomiendan una bebida alcohólica por día para las mujeres y una o dos bebidas por día para los hombres. Una bebida se define como 12 onzas de cerveza,o 350 ml de cerveza, 4 onzas de vino o 120 ml de vino, 1,5 onzas o 45 ml de aguardiente o 1 onza de licores o 30 ml de licor; la onza (nota del Dr Tormo,la onza en realidad una medida de peso, viene a ser de 28,7 gramos, que se puede redondear en lo que se refiere a líquidos a 30 ml)
En el Reino Unido, la Oficina de la Dirección de Sanidad (Chief Medical Officer) cambió las pautas para beber con bajo riesgo de 21 unidades (210 ml) a no más de 14 unidades (140 ml) por semana, tanto para hombres como para mujeres, debido a la evidencia de que incluso beber poco aumenta el riesgo de cáncer. Las pautas definen 1 unidad como 10 ml o 8 g de alcohol puro.
La cuestión de si el consumo moderado de alcohol es perjudicial o protector para el cerebro "es un tema candente e importante, sobre todo porque mucha gente bebe esta cantidad", dijo el Dr. Topiwala.
"Se publicaron algunos estudios que aseguraron que un poco de alcohol impide la demencia, pero los pocos estudios basados en imágenes cerebrales fueron conflictivos en sus resultados."“La cohorte de Whitehall II, con sus 30 años de múltiples datos sobre la bebida y otros temas, se consideró el grupo perfecto para investigar esta importante cuestión ", dijo el Dr. Topiwala.
El estudio Whitehall II se estableció en 1985 en el University College de Londres para investigar la relación entre el estatus socioeconómico, el estrés y la salud cardiovascular en más de 10.000 funcionarios no industriales.
La Dra. Topiwala y su grupo seleccionaron al azar a 550 personas de este estudio para el subestudio de imágenes Whitehall II actual para determinar si el autoinforme de consumo de alcohol durante un período de 30 años se asoció con imágenes cerebrales y disminución de la memoria.
La edad media de los participantes en el estudio fue de 43 años al inicio del estudio (desviación estándar, 5,4 años), ninguno era alcohol dependiente y todos accedieron a someterse a una RMM multimodal del cerebro durante el seguimiento.
Los participantes completaron cuestionarios y se sometieron a exámenes clínicos aproximadamente cada 5 años durante el período de estudio y realizaron exploraciones cerebrales detalladas con resonancia magnética al final.
Tras ajustar a posibles factores que pudieran provocar confusión e interferir como la edad, sexo, educación, clase social, actividad física y social, tabaquismo, riesgo de accidente vascular e historial médico, los investigadores encontraron que las personas que bebieron durante más de 30 años tuvieron mayores probabilidades de tener atrofia del hipocampo, o retracción o encogimiento de esa parte del cerebro que es importante para la memoria y se encuentra afectada comúnmente en la enfermedad de Alzheimer, en comparación con aquellos que no bebieron.
El riesgo fue dependiente de la dosis, con aquellos que consumieron más de 30 unidades de alcohol por semana (1 unidad 10 ml o 8 g de alcohol puro ) que tuvieron el riesgo más alto en comparación con los abstinentes (odds ratio [OR], 5,8; intervalo de confianza del 95% [IC], 1,8-18,6; P ≥ 0,001 ).
El riesgo también fue mayor entre las personas que bebieron moderadamente (14 a 21 unidades por semana). Estos individuos tenían 3 veces más probabilidades de sufrir atrofia derecha del hipocampo (OR, 3,4; IC del 95%, 1,4 a 8,1; P = 0,007).
No hubo ningún efecto protector en la reducción de las probabilidades de atrofia por beber poco, definido como de 1 a 7 unidades por semana, comparada con la abstinencia.
El mayor consumo de alcohol también se asoció con diferencias en la microestructura del cuerpo calloso y disminución más rápida de la fluidez léxica, o el número de palabras que empiezan con la misma letra que la gente puede generar en 1 minuto.
"El corpus callosum es el gran tracto de conexión de la sustancia blanca, o cableado o conjunto de cables, que conecta las dos mitades del cerebro.Una de las imágenes del cerebro que hicimos nos permitió estimar la calidad de esas fibras, o en otras palabras, lo bueno de ellas Su aislamiento tiene lugar a medida que las personas envejecen o tienen problemas con sus vasos sanguíneos cerebrales, esta calidad de comunicación se reduce, lo que significa que los impulsos nerviosos se transmiten de manera menos eficiente y esto se ha relacionado con la función de la memoria ", dijo el Dr. Topiwala.
Específicamente, el consumo promedio más alto de alcohol a lo largo del estudio "estuvo inversamente asociado con la integridad de la sustancia blanca ... reflejada por una más baja anisotropía fraccional de corpus callosum y una mayor difusividad radial, axial y media", escriben los autores. "Estas asociaciones se centraron en el cuerpo corpus callosum anterior (genu y cuerpo anterior)".
La Dra. Topiwala dijo que espera que su estudio ponga en entredicho la concepción popular de que el consumo moderado de alcohol protege del deterioro cognitivo.
"Claramente, las guías están escritas sobre la base de una enorme cantidad de evidencia, pero esta es una pieza de evidencia que sugiere que las actuales pautas de consumo de alcohol, particularmente para los hombres, pueden necesitar modificaciones. También hay que investigar sobre este tema el área para ver si algo similar acontece en diferentes grupos de personas ".
Los médicos probablemente deberían evitar sugerir un consumo moderado de alcohol a sus pacientes”, agregó el Dr. Topiwala. "Sobre la base de este estudio, yo sugeriría que no abogasen por un consumo moderado de alcohol como estrategia para proteger contra el deterioro de la memoria. En mi práctica clínica personal, voy a aconsejar a mis pacientes que si beben más de 14 unidades (140 ml) semanales será perjudicial para para la salud de su cerebro”
En una editorial adjunta, Killian A. Welch, del Hospital Real de Edimburgo, Escocia, escribe que el informe actual del estudio de los efectos adversos, incluso en los niveles más bajos de consumo de alcohol, así como el hallazgo de que beber más de 14 unidades por semana se asoció con ambos efectos: patología cerebral y deterioro cognitivo ", proporciona apoyo adicional a la decisión reciente de la Oficina de la Dirección de Sanidad (Chief Medical Officer) de reducir los niveles recomendados de consumo de alcohol.
"A medida que aumenta la ingesta, también lo hace el riesgo para la salud, probablemente de una manera dependiente de la dosis.El alto consumo se asocia con deterioros potencialmente graves en la memoria y la función ejecutiva, incluso cuando otros factores de riesgo obvios están ausentes", escribe Welch.
"Los hallazgos de Topiwala y colegas refuerzan el argumento de que los hábitos de beber que muchos consideran como normales tienen consecuencias adversas para la salud. Esto es importante. Todos tratamos de disculparnos a notros mismos con razonamientos sobre conductas que a la larga nos pueden perjudicar. Con la publicación de este documento, el concepto de beber moderadamente para proteger al cerebro, queda puesto en entredicho.
El estudio fue financiado por el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, Gordon Edward Small's Charitable Trust, y el HDH Wills 1965 Charitable Trust. El Dr. Topiwala y el Dr. Welch no han revelado relaciones financieras relevantes. BMJ. Publicado en línea el 6 de junio de 2017. Resumen, Editorial
Nota del Dr Tormo: ¡ni un chupito!