USTED NO DECIDE LO QUE QUIERE COMER. SON SUS TRIPAS LAS QUE ORDENAN AL CEREBRO SUS PREFERENCIAS ALIMENTARIAS.
Desde ahora, ya no podremos auto acusarnos de ciertas preferencias alimentarias más o menos convenientes; los científicos aseguran que los microbios que viven en el tubo digestivo son responsables de manipular nuestro comportamiento alimentario, causar antojos, porque les benefician o bien por problemas de competividad con otras poblaciones. Por otra parte, el tubo digestivo puede enviar señales a través del nervio vago al cerebro para inducir disforia, presionando a las personas a comer lo que es bueno para el microbio no para el huésped.
"Las bacterias en el intestino son manipuladoras", según afirmó Carlo Maley, PhD, director del Centro de Evolución y Cáncer, de la Universidad de California, San Francisco, en un comunicado de prensa. "Hay una diversidad de intereses representados en el microbioma, algunos alineados con nuestras propias metas en la dieta y otros no."
En su reseña del comportamiento alimentario y el microbioma publicado en internet 7 Agosto, 2014 en los bioensayos, Joe Alcock, MD, de la Universidad de Nuevo México, Albuquerque, y sus colegas argumentan que ciertos microbios son altamente dependientes de la composición de nutrientes de la dieta.
Por ejemplo: la Prevotella crece mejor cuando tomamos carbohidratos y la fibra dietética proporciona una ventaja competitiva a las bifidobacterias. "Incluso los microbios con una estrategia generalista tienden a medrar mejor en algunas combinaciones de nutrientes que en otras," los autores escriben: "y la competencia será la que determinará qué microbios sobreviven."
Los microbios pueden manipular el comportamiento alimentario por mecanismos muy diferentes; una de ellas podría ser forzando e imponiéndose al sistema nervioso. Como los autores del trabajo señalan, las pruebas demuestran que los microbios pueden tener efectos muy importantes sobre el comportamiento alimentario a través del eje microbioma-intestino-cerebro.
El nervio vago es un actor fundamental en este eje de comunicación, conectando los 100 millones de neuronas del sistema nervioso entérico con la base del cerebro y médula. Estos nervios entéricos tienen receptores que reaccionan a la presencia de bacterias en particular así como a metabolitos bacterianos. Las investigaciones también han demostrado en ratas que el bloqueo o sección del nervio vago provocan una pérdida de peso drástica y estimulando su actividad con noradrenalina se provoca un enorme incremento del apetito.
Otras vías a través de las cuales los microbios pueden influir sobre la conducta alimentaria es mediante la secreción de las hormonas implicadas en el estado de ánimo y el comportamiento, incluida la dopamina y la serotonina. Los microbios también pueden manipular el comportamiento alimentario, alterando la expresión de receptores. Cambios en los receptores del gusto se han registrado tras cirugía de derivación gástrica (bypass) un procedimiento que cambia la microbiota intestinal y altera la saciedad y preferencias alimentarias. "Los Microbios tienen la capacidad de manipular el comportamiento y el estado de ánimo alterando las señales del nervio vago, cambiando los receptores del gusto, produciendo toxinas que nos hacen sentir mal o liberando sustancias químicas que nos recompensan y nos hace sentir bien", afirnó el coautor Athena Aktipis, PhD, de la Universidad del Estado de Arizona, Phoenix, en un comunicado de prensa.
"En conjunto, estos resultados sugieren que los microbios tienen la oportunidad de manipular el tráfico del nervio vago tráfico a fin de controlar lo que se come. Ejercer un autocontrol sobre las elecciones de los alimentos, puede ser en parte forme de suprimir las señales microbianas que se originan en el intestino."
Afortunadamente, los investigadores agregan, el uso de prebióticos, probióticos, antibióticos, transplantes fecales y cambios de la dieta pueden alterar el microbioma rápidamente a las 24 horas de su administración.
Extraído de:
Is Your Gut Ruling Your Brain on Food Choices? Pam Harrison September 03, 2014, BioEssays. Published online August 7, 2014. AbstractEl estudio (reseñado por MedScape.com) fue financiado por los Institutos Nacionales de la Salud, la Sociedad Americana del Cáncer, la Bonnie D. Addario Fundación Cáncer de pulmón, y en el Instituto de estudios avanzados en Berlín, Alemania. Los autores no han revelado las relaciones financieras pertinentes. Los bioensayos. Publicado en línea 7 Agosto, 2014. Resumen