Sigue de moda el diagnóstico de SIBO o sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, entre pacientes con trastornos digestivos diversos, como dolores de vientre, algunas diarreas aisladas, flatulencias, distensión abdominal por gases en los que no se ha podido poner una etiqueta diagnóstica precisa.
Hace algo menos de un año, se publicó en LA VANGUARDIA del 8. 08. 2023 en SOCIEDAD pag. 20 firmado por ANTONI LÓPEZ TOVAR, el artículo”SIBO, el trastorno que muchos creen tener a causa de las redes sociales”, basado en parte en declaraciones del Dr Javier Santos adjunto de neurogastroenterología del Hospital Vall d’ Hebron, en el que insiste en el abuso que se hace de este diagnóstico, que solo puede afectar a algunos pacientes “ con diabetes, enfermedades sistémicas como el Parkinson, a los que se ha practicado alguna cirugía abdominal o que presentan otras enfermedades digestivas”.
Yo comparto de pleno este punto de vista tanto en lo que se refiere al abuso de ese diagnóstico, como a las pruebas que se utilizan por los laboratorios para etiquetarlo
En primer, lugar comentemos lo que tiene que ver con la población bacteriana del intestino, como está distribuida en situaciones normales y patológicas (A. Sastre Gallego. Fibra y prebióticos: conceptos y perspectivas.
Gastroenterología y Hepatología,
Vol. 26. Núm. S1.,páginas 6-12 (febrero 2003).
En el jugo gástrico, el contenido de bacterias es relativamente bajo, alrededor de 1.000 bacterias por mililitro, y esto es debido a la acidez del medio. La concentración de bacterias va creciendo a lo largo del intestino delgado, desde 10
4 bacterias/ml en el duodeno proximal hasta a 10
7 bacterias/ml en el íleon terminal. La motilidad propulsiva del intestino delgado aclara periódicamente las bacterias que proliferan en la luz. En cambio, la población de microorganismos en el colon es mucho mayor, ya que se alcanzan concentraciones de hasta 10
11 o 10
12 bacterias por mililitro de contenido intestinal. En conjunto, la población viva del colon puede alcanzar un peso variable de 300-600 g.
Uno de los factores más importantes que impiden que las bacterias del colon no asciendan, o colonicen (nunca mejor empleado este verbo) el intestino delgado , ileon distal , yeyuno…etc…mucho más pobre en bacterias como hemos dicho, es el peristaltismo intestinal o movimiento periódico del intestino en dirección distal, en dirección inferior.
Otro factor importante es la válvula ileocecal, que obra como acción de freno o frontera entre la parte final del intestino delgado o ileon distal, y la primera parte del intestino grueso o ciego, colon ascendente, que impide que los millones de bacterias del colon (10
11 o 10
12 /ml , repito, suban o colonicen el íleon distal y otras partes superiores del intestino delgado, manteniendo así la flora del intestino delgado en número mucho más por debajo que la flora del intestino grueso.
Por ello en pacientes que no sufran procesos que provoquen enlentecimiento del peristaltismo intestinal, que no hayan sido intervenidos quirúrgicamente de apendicitis u invaginaciones ..u otras intervenciones con formación de bridas adherencias entre asas intestinales, o no hayan sufrido intervenciones quirúrgicas que hayan afectado la frontera entre el intestino delgado y grueso, es decir la válvula ileo-cecal, o como sucede que no hayan tenido ileítis terminales, como en la Enfermedad de Crohn, permitiendo el ascenso del contenido colónico al intestino delgado, ileon distal …etc es imposible que sufran un SIBO, o exceso de proliferción de bacterias del intestino delgado.
Además la dieta juega un papel muy importante en la cantidad de bacterias del intestino grueso; se ha probado que si se aumenta en 10 gr la cantidad de fibra indigerible en la dieta de un adulto, se duplica la masa bacteriana del colon. Recordemos que los microorganismos que habitan en el intestino (microbiota) si se hallan en gran cantidad actúan como un biorreactor que metaboliza los nutrientes que nuestro organismo no utiliza (principalmente carbohidratos complejos no digeribles, como la fibra), que, a su vez, nutren a las bacterias intestinales. Al metabolizarlos se producen gases como C…etc…que acidifican el contenido intestinal También se producen oros beneficiosos para la nutrición del colonocito como butiratos..Así mismo estas bacterias pueden actuar sobre las grasas y pueden producir hasta ácido hidroxiesteárico isómero del ácido ricinoleico, catártico bien conocido.. Igualmente las bacterias actuando sobre las proteínas pueden producir indol, escatol putrescina, cadaverina..Todos estos gases producidos en cantidad por una flora intestinal excesiva pueden producir indudables molestias.
Las pruebas diagnósticas del SIBO se basan en administrar substancias que no se pueden digerir en el intestino delgado, como la lactulosa, y por ello llegan al intestino grueso con muchas bacterias, y producen hidrógeno o metano, que se expulsan en parte, un 20%, por el aire espirado; no hay forma de diferenciar si la fermentación ha tenido lugar en el intestino delgado o en el grueso; si ninguno de los antecedentes de afectación de la motilidad del intestino delgado ni de la integridad de la válvula ileocecal, se da en el paciente estudiado, podemos afirmar que la fermentación ha tenido lugar en el intestino grueso, y por ello no se le puede diagnosticar de SIBO, sí de
hiperproliferación bacteriana en el intestino grueso, o lo que yo etiqueto como síndrome del rumiante (ver páginas anteriordes de esta web) que con dieta baja en fibras puede solucionarse.
CONCLUSION: fibras sí, pero en mucha cantidad, no. Generalmente muchos casos de SIBO, no lo son, persistiendo indiagnosticada la causa auténtica de las molestias abdominales o bien se trata de una hiperproliferación bacteriana del intestino grueso, que como he dicho con dieta baja en fibras puede solucionarse