La diarrea crónica siempre es motivo de preocupación y reto para el especialista que debe pensar y excluir tantas causas como celiaquía, intolerancia a azúcares, enfermedad inflamatoria intestinal, neo de colon, parasitosis..etc..
Si el paciente expulsa heces con sangre deberemos pensar en una infección del colon, entre ellas la muy frecuente infección por CAMPILOBATCER JEJUNI, u otro germen enteroinvasivo o inicio de una enfermedad inflamatoria intestinal, alergia alimentaria, pólipos, neo de colon, o bien infección por Clostridium difficile que con el abuso de antibióticos es cada vez más frecuente. No deja de ser curioso como afirman los autores del artículo que en ocasiones no haya factores de riesgo típicos, como la exposición reciente a antibióticos ni la asistencia a hospitales y que… “además, la vigilancia epidemiológica reciente ha demostrado un aumento en la incidencia de la infección por C difficile, particularmente en la comunidad y en entornos de bajo riesgo”. Igualmente afirman que “hay un transporte asintomático que sigue siendo alto en lactantes”. Es decir podemos encontar C. difficile en heces que no debemos tratar. Por otra parte, podremos encontar C.difficile en pacientes no de riesgo, sin ingsta previa de antibioóticos ni asistencia a hospitales.
Es interesante para todos, pediatras incluidos, que leamos el artículo publicado en el JPGHN y comentarios afines (Journal of Pediatric Gastroenterology & Nutrition:
December 2016 - Volume 63 - Issue 6 - p e130–e140, Borali, Elena; De Giacomo, Costantino)
RESUMEN: El Clostridium difficile es un patógeno entérico esporogénico, anaeróbico, es decir que vive en medios donde no hay oxígeno. Gram-positivo y emergente. Representa la causa más común en adultos, de diarrea según los registros de asistencia sanitaria en los Estados Unidos, con una morbilidad, mortalidad y costos de atención médica significativamente altos. Históricamente considerado como poco más que un inocente colonizador y espectador del tracto gastrointestinal de los niños, C difficile ha demostrado cada vez más su comportamiento como un verdadero patógeno en los grupos de edad pediátrica. Este organismo puede ser responsable de un amplio espectro de enfermedades en los niños, que van desde la diarrea secretora autolimitada hasta enfermedades que amenazan la vida, como la colitis pseudomembranosa, el megacolon tóxico, la perforación intestinal y el choque séptico. Sin embargo, la incidencia y gravedad de la infección por C. difficile no se entiende completamente en la población pediátrica. En particular, aunque el transporte asintomático sigue siendo alto entre los lactantes, la importancia clínica de la detección de C difficile en niños de 1 a 3 años no se entiende completamente. Además, la vigilancia epidemiológica reciente ha demostrado un aumento en la incidencia de la infección por C difficile, particularmente en la comunidad en entornos de bajo riesgo. Curiosamente, tales casos no pueden demostrar que el patrón de enfermedad se asocie con factores de riesgo típicos, como la exposición reciente a fármacos antimicrobianos o los contactos repetidos en hospitales.
La diarrea se puede producir por muchas causas y en ocasiones es un efecto colateral de la ingesta de antibióticos, por lo que sufrir una diarrea cuando se toman antibióticos no significa que se esté infectado por Clostridium difficile..
Las bacterias Clostridium difficile se encuentran en el sistema digestivo de aproximadamente 1 de cada 30 adultos sanos. Las bacterias a menudo viven inofensivas porque las otras bacterias que normalmente se encuentran en el intestino logran mantenerlas bajo control. Sin embargo, algunos antibióticos pueden interferir con el equilibrio de las bacterias en el intestino, lo que puede causar la multiplicación de la bacteria C. difficile y la producción de toxinas que hacen que la persona enferme.
Cuando esto sucede, C. difficile puede propagarse fácilmente a otras personas porque las bacterias salen fuera del organismo de la persona infectada. Una vez fuera del cuerpo, las bacterias se convierten en células resistentes llamadas esporas que pueden sobrevivir por largos períodos en las manos, superficies (como los inodoros), objetos y ropa a menos que estén completamente limpios; en caso contrario pueden infectar a otra persona por vía oral.
Alguien con una infección por C. difficile generalmente se considera infeccioso hasta por lo menos 48 horas después de que sus síntomas hayan desaparecido.
De todo ello se desprende que hallar C.difficile en heces no justifica por sí solo el tratamiento
DIAGNOSTICO:
En la persona con sintomatología sugestiva, el cultivo de heces positivo y el hallazgo de la toxina del Clostriduum difficile (CF) en heces puede ser suficiente. Recordemos que esta bacteria es anaeróbica por ello la recogida de heces ha de ser inmediata o directamente del recto,por aspiración, para evitar que el oxígeno de la atmósfera la perjudique y se obtengan cultivos falsamente negativos. El transporte al laboratorio también se ha de realizar en condiciones anaerobias. La búsqueda de la toxina del CD puede realizarse en cualquier deposición sin importar la exposición al aire libre.
El tratamiento del Clostridium difficile incluye:
1.- Suspensión de los antibiótocos; en ocasiones esto puede ser suficiente
2.-Tomar durante 10 a 14 días el antibiótico al que es sensible el CD
3.- En raras ocasiones las infecciones graves requieren tratamiento quirúrgico
4.- Uso profuso de probióticos microbianos; en consulta suelo usar un Simbiótico, con éxito: una mezcla de fructo-oligo sacáridos con 7 cepas de probióticos: Lactobacillus casei PXN37, L. rhamnosus PXN 54, thermophilus PXN 66, B.breve PXN 25, L. acidophilus BXN 35, B. infantis BXN 27, L. bulgaricus PXN39; total 1 x 10
9 Unidades formadoras de colonias
La infección por CF responde bien al tratamiento y la mayoría se recuperan en unas dos semanas, aunque hay recaídas en un 20% de casos, debiéndose repetir el tratamiento.
Cuidarse en casa
Si está lo suficientemente bien para ser tratado en casa, las siguientes medidas pueden ayudar a aliviar sus síntomas y prevenir la propagación de la infección:
Asegúrese de terminar todo el tiempo aconsejado con los antibióticos que le recetan, incluso si se siente mejor
Permanezca en casa hasta por lo menos 48 horas después de que sus síntomas hayan desaparecido.
Beba muchos líquidos para evitar la deshidratación y coma alimentos sencillos como sopa, arroz, pasta y pan si siente hambre
Tome paracetamol para dolor de estómago o fiebre
No tome medicamentos antidiarreicos, o antiperistáticos, ya que esto puede detener la eliminación de la infección de su cuerpo
Lávese periódicamente las manos y las superficies, objetos o sábanas contaminados.
Permanecer en casa hasta por lo menos 48 horas después de su último episodio de diarrea