LA OBESIDAD Y LAS HORMONAS
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Una razón más para luchar contra la obesidad, es por sus efectos nocivos sobre la masa ósea de los niños y efectos indeseados hormonales. Una publicación reciente ha demostrado que los niños obesos tienen una conformación geométrica de los huesos desfavorable, huesos de baja calidad y poca resistencia; esto explicaría la frecuencia de fracturas diversas y de los huesos de la muñeca en los niños obesos.
Desde un punto de vista hormonal, los niños obesos, masculinos, sufren una peculiar situación caracterizada por el exceso de grasa y una fuerte actividad aromatasa con una conversión aumentada de estrógenos (hormona femenina) a partir de los precursores de los andrógenos (hormonas masculinas) de la corteza suprarrenal y a partir de la testosterona de sus testículos, tras el inicio de la pubertad.
A eso se le suma que la hiperandrogenemia prepuberal (cantidad aumentada de hormonas masculinas ) debido a la conversión periférica de que hablamos se puede traducir en un aumento de estrógenos (hormonas femeninas).
Es decir el niño obeso produce y transforma en parte, sus hormonas masculinas, que dictaminan los caracteres sexuales secundarios, tamaño de testículos, del pene...en hormonas femeninas; no se sabe que repercusión puede tener ese trastorno hormonal con mayor conversión de testosterona en estrógenos, en épocas posteriores de su vida.
Ya publicamos, además, anteriormente en esta página web, que la grasa abdominal ejerce un efecto catabólico (destructivo) de la testosterona en el adulto. Para ver dicho articulo, pulse aqui
Por ello en estos niños además de luchar contra la obesidad, se ha de intentar aumentar el aporte de leche, mejor con lactosa, o si no soportan bien la lactosa, dar yogurt, quesos, leche con proteína de leche de vaca, vitamina D y realizar controles con frecuencia de la masa ósea por osteosonometría, que no inducen ningún tipo de irradiación, como la los estudios del trabajo citado.
Fuente: Silvia Longhi, Bruno Pasquino, Annalisa Calcagno, Enrica Bertelli, Irene Olivieri, Natascia Di Iorgi, Giorgio Radetti. Small Metacarpal Bones of Low Quality in Obese Children. Clin Endocrinol. 2013;78(1):79-85)
Desde un punto de vista hormonal, los niños obesos, masculinos, sufren una peculiar situación caracterizada por el exceso de grasa y una fuerte actividad aromatasa con una conversión aumentada de estrógenos (hormona femenina) a partir de los precursores de los andrógenos (hormonas masculinas) de la corteza suprarrenal y a partir de la testosterona de sus testículos, tras el inicio de la pubertad.
A eso se le suma que la hiperandrogenemia prepuberal (cantidad aumentada de hormonas masculinas ) debido a la conversión periférica de que hablamos se puede traducir en un aumento de estrógenos (hormonas femeninas).
Es decir el niño obeso produce y transforma en parte, sus hormonas masculinas, que dictaminan los caracteres sexuales secundarios, tamaño de testículos, del pene...en hormonas femeninas; no se sabe que repercusión puede tener ese trastorno hormonal con mayor conversión de testosterona en estrógenos, en épocas posteriores de su vida.
Ya publicamos, además, anteriormente en esta página web, que la grasa abdominal ejerce un efecto catabólico (destructivo) de la testosterona en el adulto. Para ver dicho articulo, pulse aqui
Por ello en estos niños además de luchar contra la obesidad, se ha de intentar aumentar el aporte de leche, mejor con lactosa, o si no soportan bien la lactosa, dar yogurt, quesos, leche con proteína de leche de vaca, vitamina D y realizar controles con frecuencia de la masa ósea por osteosonometría, que no inducen ningún tipo de irradiación, como la los estudios del trabajo citado.
Fuente: Silvia Longhi, Bruno Pasquino, Annalisa Calcagno, Enrica Bertelli, Irene Olivieri, Natascia Di Iorgi, Giorgio Radetti. Small Metacarpal Bones of Low Quality in Obese Children. Clin Endocrinol. 2013;78(1):79-85)
