El tratamiento de la Enfermedad InflamatorIa Intestinal (EII): Crohn, Colitis Ulcerosa, Colitis indeterminada ha cambiado de forma notoria en los últimos años, con el paso adelante que ha significado saber que además de los anti-inflamatorios clásicos como las Mesalazinas, Azathioprina, corticoides, Budesonida, han aparecido otros inhibidores de los Tumor Necrosis Factors, como el Vedolizumab o similares. Como dice el Dr. David Johnson, profesor de medicina y jefe de gastroenterología de la Escuela de Medicina de Virginia Oriental en Norfolk, Virginia, en una conferencia dada para Medscape, los que no somos nuevos en el tratamiento de la EII, recordamos el tratamiento a base tan solo de dieta propugnado, por la escuela inglesa y seguido en nuestro país por varios centros y que aconsejaban y con éxito, la administración de una dieta enteral sin residuos o bien tratamiento con selección de hongos publicado más recientemente porSokol (:
http://bit.ly/1KeprZ9, Gut 2016), Dr Sokol que propugna el restablecimiento del microbioma intestinal y del “fungoma”, tras demostrar que los pacientes con EII tenían una mayor proporción de Basidiomycota sobre los Ascomycota; también tenían niveles más altos de hongos pro-inflamatorios, tales como Candida albicans, y menores niveles de hongos anti-inflamatorios, tales como Saccharomyces cerevisiae.
También hemos podido observar en algunas colitis ulcerosas que no responden a los tratamientos que hemos mencionado, y a un paso del quirófano para una colectomía, responder bien al tratamiento con hierbas chinas administradas oralmente; en el Intestino irritable también se ha demostrado la eficacia de estas hierbas chinas (Tong-Xie-Yao-Fang Granules Versus Placebo for Patients With Diarrhoea-Predominant Irritable Bowel Syndrome, M. Chen; T.-C. Tang; Y. Wang; J. Shui; X.-H. Xiao; X. Lan; P. Yu; C. Zhang; S.-H. Wang; J. Yao; H. Zheng; D.-Q. Huang, Aliment Pharmacol Ther. 2018;48(2):160-168.
Todo esto sirva como introducción a los buenos efectos de tratamientos orales dietéticos, es decir qué dieta es la más conveniente que sigan los pacientes con EII, según conferencia del Dr. David Johnson de cuya conferencia para Medscape y del artículo del Dr Sokol remarco algunos puntos.
La barrera intestinal está inflamada en la EII, y dicha barrera está formada por la capa de moco que es nuestra defensa primaria, así como por células epiteliales y uniones estrechas. Cuando la barrera intestinal se rompe, entre otros eventos existe una traslocación bacteriana. La dieta desempeña un papel patógeno en muchos trastornos gastrointestinales; véase como ejemplo la celiaquía o la alergia a la proteína de la leche de vaca.
Como el Dr. David Johnson dice: … se ha demostrado que la dieta occidental estándar (por ejemplo, alta en carnes rojas y grasas, comida rápida) aumenta el odds ratio de colitis ulcerosa en casi cinco veces, mientras que una dieta mediterránea que se caracteriza por evitar en gran medida esos alimentos conduce a una reducción del riesgo de casi el 70%.
La dieta juega un papel clave en el mantenimiento de un microbioma intestinal normal. Los datos derivados principalmente de estudios en animales muestran que una dieta alta en grasas y azúcares impacta la composición microbiana originando una disbiosis bacteriana, la cual se ha demostrado que afecta la integridad de las bacterias intestinales y también la inmunidad. Los modelos de roedores privados de fibra, muestran una capa de moco agotada así como su capacidad de protección que conduce a la ruptura de la barrera y a la traslocación; al revés de lo que nos gustaría ver, hay una regulación al alza en lugar de una regulación a la baja de la respuesta inmunitaria, lo que conduce a un daño tisular consecuente. Los estudios de modelos de roedores muestran que pasar de una dieta basada en plantas a una dieta basada en animales (por ejemplo, del Mediterráneo a la occidental tradicional) resulta en claros cambios taxonómicos bacterianos que afectan el metabolismo con alteraciones en los ácidos biliares, en particular el metabolismo de los sulfuros, que juega un papel fundamental en la patogénesis de la EII.
Sabemos que las fibras dietéticas, las frutas y las verduras proporcionan una importante y producción de butiratos, excelente fuel del colonocito y otros ácidos grasos de cadena corta que mejoran la respuesta inmunitaria. El butirato es claramente importante por afectar a las defensinas, que protegen contra la respuesta inmunitaria, y a las catelicidinas, que protegen contra algunas de las infecciones entéricas patógenas.
El butirato originado por dietas ricas en fibras, también regula a la baja las citoquinas de transcripción expresadas en la EII. Se incrementan los linfocitos T-reguladores buenos que disminuyen la activación inmune, que es el lado positivo de la supresión inmune. Por el contrario, las dietas bajas en fibra aumentan la permeabilidad intestinal (es decir, el intestino con goteras), lo que aumenta el contenido bacteriano y facilita el problema de la translocación, regulando al alza el TNF alpha, aumentando el interferon gama y la permeabilidad intestinal y disminuyendo los niveles de los Linfocitos T reguladores buenos que regulan a la baja la respuesta autoinmune.
Otra cosa, añade el
Dr. David Johnson, a tener en cuenta es que la dieta occidental estándar proporciona una cantidad increíble de exposición a los emulsionantes de la dieta y a los aditivos alimentarios, que pueden tener efectos perjudiciales.
La carboximetilcelulosa y el polisorbato 80 se utilizan tradicionalmente en productos de panadería y, en particular, en helados. Estos son los elementos que ahora nos permiten hacer helados sin la ayuda de una manivela o la adición de sal gorda, para aquellos de nosotros lo suficientemente mayores como para recordar ese proceso. Esos compuestos facilitan la palatabilidad de los productos alimenticios y la sensación de plenitud en la boca, pero, por el contrario, adelgazan la capa de moco y aumentan la permeabilidad del intestino.
La maltodextrina es otro aditivo utilizado como espesante y edulcorante, y también puede diluir la capa de moco. Estos provienen de productos vegetales, pero en su forma altamente refinada pueden tener los efectos adversos de adelgazar la capa de moco, aumentar la permeabilidad del intestino y dañar las bacterias intracelulares.
La carragenina también se utiliza para aumentar la textura, especialmente en productos lácteos y salsas. Estos están hechos de algas, lo que suena bastante saludable, pero de nuevo son altamente procesados y pueden inducir la permeabilidad intestinal.
Debemos restringir la grasa animal, los alimentos procesados y los carbohidratos procesados; de las grasas saludables por ejemplo, de la mantequilla pasar a aceite de oliva o de cánola; del uso de hierbas para el sabor en lugar de la sal y proteína magra
Recomiendo a los pacientes, acaba el
Dr. David Johnson, que coman carne roja raramente, menos de una vez a la semana y un consumo moderado de vino tinto