Qué médico ante un paciente que acude a su consulta con signos y síntomas inespecíficos como náusea, vómito, diarrea, malestar general, urticaria, dolor epigástrico y en hipocondrio derecho, y eosinofilia, no dudaría en afirmar que se trataría de una reacción alérgica a algún alimento o substancia ingerida y bombardearía a su paciente con pruebas alérgicas, como RAST o CAP o tests cutáneos a leche, huevos…cereales o pescados incluido el anisakis y carnes para lograr el diagnóstico. O bien los dolores abdominales le pueden orientar hacia una apendicitis o otro cuadro quirúrgico abdominal, o le pueden sugerir una enfermedad inflamatoria intestinal como la Enfermedad de Cronh.
A partir de ahora además de pensar en todas las causas citadas, se debe incorporar una más: la infestación por gnatostomos por consumo de pescado crudo en sushi, sashimi y ceviche.
El incremento del consumo de pescado crudo es notable, y con dicho consumo aumentan las`posibilidades de ingerir formas larvarias de tercer estadio de nematodos del género
Gnathostoma —formas infectantes para huéspedes intermedios y el humano— (ver Medscape: Matías A. Loewy, 19 de marzo de 2018) “.. En los pacientes infectados se observa migración cutánea (superficial o profunda o migración visceral, y más raramente neurológica u ocular, : "Migra y migra por la piel, pero nunca encuentra un lugar. Es como un submarino, se sumerge y vuelve a reaparecer en otro lado" según afirmaron el Dr Tomás Orduna ( jefe de Patologías Regionales y Tropicales y Medicina del Viajero del Hospital Muñiz, en Buenos Aires) y el Dr. Francisco Bravo Puccio, (dermatólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en Lima, Perú ) durante una presentación en el 18° Congreso Internacional de Enfermedades Infecciosas (ICID) 2018 llevado a cabo del 1 al 4 de marzo, en Buenos Aires. Publicado por Medscape: Matías A. Loewy, 19 de marzo de 2018 “.
El diagnóstico de la forma cutánea que es la más frecuente, se basa en una triada que incluye: 1) paniculitis nodular o inflamación de la`piel con formación de nódulos migratorios en la dermis o tejido subcutáneo; 2) eosinofilia sanguínea y 3) antecedentes de haber consumido pescado crudo. En algunos casos se puede ver el parásito bajo la piel y extraerlo.
Según estos autores,
otras presentaciones de la enfermedad dependen de la migración de la larva a diferentes partes del cuerpo, incluyendo desde un cuadro abdominal que simula una apendicitis, hasta complicaciones oftalmológicas (disminución de la agudeza visual, uveítis, fotofobia, iritis, hemorragia intraocular, glaucoma secundario, celulitis orbitaria, lesiones a la retina) y neurológicas (radiculomielitis y hemorragia subaracnoidea), que son muy poco frecuentes, pero potencialmente graves.
El mejor tratamiento es la prevención, como en el caso del anisakis se ha de congelar el pescado antes de preparar el plato: la larva muere después de 3 a 5 días a -20 °C"; la ebullición durante 5 minutos También la mata. Una vez infectado el paciente se pueden quitar quirurgicamente las larvas, si se ven; en caso contrario hay que administrar antiparasitarios