La ingesta de proteínas, especialmente de origen vegetal, en la mediana edad se asocia con mayores probabilidades de un envejecimiento saludable y un estado de salud física y mental positivo en las mujeres mayores, sugiere un análisis reciente de los datos del Nurses' Health Study (NHS) La ingesta de proteínas, especialmenten( Adequate Protein Intake in Midlife Tied to Healthy Aging, Diana Swift,Medscape. January 19, 2024); leed también escrito en el Am. Journal of Clinical Nutrition, por un equipo liderado por Andres V. Ardisson Korat, DSc, a nutritionista epidemiologista en USDA)
Ya dijimos en una página anterior de esta web, que al inicio de la senectud hemos de luchar contra la sarcopenia en nuestros ancianos ,la pérdida de masa muscular y ganancia de masa grasa; recuperar o no perder esa masa muscular, se podrá conseguir con el máximo ejercicio muscular que el paciente pueda realizar y el aporte de proteínas adecuado.
Ese podría ser un punto conflictivo: proteínas de origen vegetal, animal?
Las de origen animal proporcionan, según que animales, mayor o menor cantidad de hierro y zinc, fundamentales para una inmunidad correcta además de los 10 aminoácidos esenciales; las de origen vegetal es más difícil de conseguir los 10 aminoàcidos esenciales u 8, debiendo recurrir a combinaciones de vegetales.
Un análisis reciente ( Nurses' Health Study (NHS), como he dicho, sugiere que la ingesta de proteínas, especialmente de origen vegetal, en la mediana edad se asocia con mayores probabilidades de un envejecimiento saludable y un estado de salud física y mental positivo en mujeres mayores.
El análisis del NHS se basó en datos prospectivos de 48.762 enfermeras menores de 60 años en 1984. Las proteínas totales, las proteínas animales, las proteínas lácteas y las proteínas vegetales se derivaron de cuestionarios validados de frecuencia de alimentos
El consumo medio total de proteínas como porcentaje de energía fue del 18,3% (desviación estándar, 3%), ligeramente superior al promedio del 16,0% en la dieta estadounidense y de últimas recomendaciones. De ellos, el 13,3% procedía de animales, el 3,6% de productos lácteos y el 4,9% de plantas.
Personalmente opino que este reparto podría ser adecuado; aportes superiores de betalactoglobulina, proteïna del suero de leche podría ayudar más a la formación de músculo.