La gran revolución en el campo de la nutrición en lo que hace referencia al tratamiento de la obesidad, provocado por la aparición de los inhibidores de la saciedad (tales como el SEMAGLUTIDE comercializado con el nombre de WEGOVY ), ha sido sorprendente; con una inyección semanal subcutánea con una aguja muy fina y pequeña, durante unas semanas y con un muy soportable aumento del ejercicio una discreta disminución de la ingesta, que calculamos con un estudio de la composición corporal e índice ( disponemos de un TANITA que calcula también el metabolismo basal y la masa ósea) los resultados son muy satisfactorios y sin ningún esfuerzo por parte del paciente.
El miedo a los efectos secundarios, retrasa en algunos obesos el inicio del tratamiento, que se ha de completar como hemos dicho, con un cambio del estilo de vida, comiendo algo menos, sobre todo en la cena, y practicando algo más del ejercicio que realizaban previamente.
Otra duda que surge en los que han iniciado el tratamiento es el temido “efecto rebote”; temen lo que sucederá cuando acaben el tratamiento y si recuperarán el peso perdido.
Un artículo interesante de Medscape (Weight Loss Maintained With Slow Taper of Semaglutide. Becky McCall. May 14, 2024 ) publicado en mayo de 2024 confirma que no hay recuperación de peso si se siguen las normas (muy llevaderas) de comer algo menos y hacer algo más de ejercicio del que venían realizando previamente al tratamiento, junto con una inyección subcutánea en ocasiones semanal de 1 mg de Wegovy.