Diabetes y edulcorantes añadidos en los Alimentos Procesados.
La hipertensión no está solo vinculada a la sal, sino al azúcar ingerido…¿Cuanto azúcar debemos tomar? Gran número de estudios en animales y ensayos clínicos en humanos sugieren que ingerir alimentos procesados con edulcorantes añadidos es contribuir a la creciente incidencia de la diabetes tipo 2, según un nuevo estudio, publicado on line en enero de este año 2015 en los “Mayo Clinic Proceedings” :
“Esta es la primera revisión completa de la literatura médica que muestra que incluso con las mismas calorías (por ejemplo cambiando almidón por azúcar) el azúcar es peor en lo que hace referencia a la incidencia futura de diabetes y morbilidad asociada como neuropatía, nefropatía retinopatías así como mortalidad prematura (Dr James J DiNicolantonio (Saint Luke's Mid America Heart Institute, Kansas City, Missouri)
Por lo tanto, "al limitar el azúcar del 10% al 5% de la ingesta calórica total, los efectos dañinos sobre la resistencia a la insulina del azúcar, de la fructosa en particular, pueden reducirse, lo que puede proteger de la diabetes y sus complicaciones, incluyendo la mortalidad prematura por causas cardiovasculares."
Otros expertos están de acuerdo en que los estadounidenses para mejorar su salud, deberían disminuir el consumo de azúcar añadido en los alimentos procesados.
El pasado año, en otra revisión de la literatura publicada en OPEN HEART, el Dr. DiNicolantonio concluyó que el consumir azúcar añadido en la dieta contribuye a la hipertensión (Open Heart. 2014;1:e000167) de forma que las directrices deberían cambiar de recomendar poca sal a incidir más en el menor consumo de azúcar. Lo que no está tan claro es si el componente fructosa del azúcar añadido, predispone tanto a la diabetes tipo 2, como dicen el Dr. DiNicolantonio y colegas.
¿El azúcar añadido incide sobre la prevalencia de la Diabetes?
Cerca de las tres cuartas partes de todos los alimentos envasados y bebidas en los ESTADOS UNIDOS contienen azúcar añadido, y se estima que los estadounidenses ingieren hasta 22 a 47 cucharaditas de azúcar por día, incluido el azúcar oculto en los alimentos procesados, dijo el Dr. DiNicolantonio.
Sin embargo, a menudo existe confusión acerca de lo que “azúcar añadido” realmente significa y cómo se metaboliza en el organismo. El azúcar (sacarosa), que procede de la caña de azúcar o remolacha azucarera, está integrado en un 50% de glucosa y un 50% de fructosa.
Los jarabes de maíz ricos en fructosa, derivados del almidón de maiz y usados en las bebidas azucaradas, contienen también glucosa y fructosa en proporciones parecidas. Sin embargo en los jarabes de maíz ricos en sacarosa pero no ricos en fructosa, la glucosa y fructosa están unidas por enlaces químicos que son rotos inmeditamente una vez ingeridos, por los enzimas gástricos e intestinales .
Como el Dr. Marion Nestle, profesora de nutrición, alimentación y salud pública en la Universidad de Nueva York, dijo a Medscape Medical News: "Desdichado público: deberían graduarse en bioquímica para entender todo este jaleo”.
Los jarabes de maíz, ricos en sacarosa (glucosa+ fructosa) y fructosa inciden en la insulina de una manera similar; lo que está en debate es si son exactamente equivalentes; hay evidencias que sugieren que los jarabes de maíz ricos en fructosa, que suelen tener un 45% de glucosa y un 55% de fructosa, en realidad llevan más fructosa que la cifra señalada, asi como que el metabolismo de la fructosa es diferente del metabilismo de la glucosa, lo que está en debate.
El Dr DiNicolantonio y colegas estudiaron también la adición de azúcares y su relación con la diabetes tipo 2; vieron que el riesgo de sufrir este tipo de diabetes era 11 veces mayor por cada 150 KCAL/persona suministradas por azúcar comparado con similar aumento de calorías de otras procedencias (PLoS One. 2013;8:e57873).
Otro estudio sugirió que una dieta con un 5% en lugar del 18% o un 33% de sacarosa puede normalizar los niveles de insulina en ayunas (Am J Clin Nutr. 1981 ;34:2477 ; Am J Clin Nutr. 2009 ;89:438 ; JAMA. 2004 ;292:927 ; nutrientes. 2014 ;6:2088 ; Am J Public Health. 2013 ;103:2071 ).
Otro estudio demostró que los participantes que recibieron solo fructosa tenía un 25% de reducción en la sensibilidad a la insulina en comparación con los que recibieron glucosa (Am J Clin Nutr. 1980;33:273-278).
El consumo en exceso de fructosa añadida, puede alterar de una forma global el metabolismo y la resistencia a la insulina; así mismo azúcares añadidos y especialmente fructosa añadida en jarabes de maíz o como azúcar de mesa, pueden suponer un riesgo ahora y en el futuro de salud pública. Así pues la recomendación para llevarse a case, según DiNicolantonio, sería la de cambiar alimentos procesados refinados por alimentos naturales no enriquecidos, más integrales. .
Otros especialistas como el Dr. Rachel Johnson (Universidad de Vermont en Burlington), 2014-2016 presidente anterior de la Asociación Americana del Corazón (AHA) Comisión de Nutrición, estuvo de acuerdo en que "el consumo excesivo de azúcares añadidos, especialmente en la forma de bebidas endulzadas con azúcar, se asocian con un mayor riesgo de diabetes tipo 2."
Sin embargo, al mismo tiempo, "la gente no debe estar preocupada por limitar la fructosa si se encuentran en alimentos como las frutas y hortalizas", señaló.
La mayoría de los expertos están de acuerdo en reducir la ingesta de azúcares añadidos
La AHA recomienda limitar azúcares agregados a no más de 6 cucharadita (24 g), o 100 calorías al día para las mujeres y 9 cucharadita (36 g), o 150 calorías por día, para los hombres y de azúcar en bebidas azucaradas, teniendo en cuenta que una onza son 28,34 gr a no más de 36 onzas (1.020 gr) o 450 calorías por semana.
El Dr. Nestlé ha añadido que un poquito de azúcar puede ser delicioso y no perjudicial en el contexto de una dieta equilibrada, aunque reconoce que es más sano no tomar azúcar añadido de ningún tipo.
Las directrices recomiendan que los azúcares añadidos no deben sobrepasar del 10% de las calorías totales; es decir, una persona que normalmente consume 2000 calorías al día no deben consumir más de 200 calorías, o 12 tsp (las cucharaditas o “tea spoons” son de 4 gr), es decir 12 serán unos 50 g, la cantidad de azúcar de una bebida sin alcohol de 16 onzas, es decir unos 450 ml. Aunque según Nestlé la gente suele consumir el doble de esa cantidad.
Reiteró que la mayor parte de fructosa se consume junto con cantidades iguales de glucosa, ya que se suele ingerir en forma de sacarosa (que es glucosa+fructosa) , por lo que es difícil distinguir los efectos de una de la otra, Pero "a la espera de futuras decisiones de los investigadores m y comités, para ordenar todo esto, reducir la ingesta de azúcares es una buena idea."
Por otra parte, David Knowles, portavoz de la Asociación de Refinadores de maíz (Washington, DC), discrepa de lo citado sobre fructosa y azúcar: ”las calorías procedentes de la fructosa añadida en niveles normales de consumo, no son el único riesgo en el desarrollo de la diabetes; como el Dr Nestle apunta que “la fructosa se consume junto con la glucosa (recordemos que la sacarosa o azúcar blanquilla, es glucosa + fructosa) y que los estudios sobre el consumo de fructosa, provienen de estudios hechos en animales y en ensayos en humanos con consumos no habituales y no realistas de fructosa pura”.
Un portavoz de la comisión de nutrición de la Asociación Americana de la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) dijo a Medscape que las directrices de la organización, al igual que otras, recomiendan que las personas deben reducir al mínimo la ingesta de azúcares agregados en los alimentos y limitar o evitar ingesta de bebidas endulzadas con azúcar.
Por otra parte, "con los cambios en las etiquetas de los alimentos que incluyen los gramos de azúcares añadidos, los norteamericanos podrán tomar decisiones con mejor conocimiento para minimizar el aporte de azúcares añadidos en alimentos y bebidas."
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Nota del Dr Tormo: Fomon publicó hace años que un niño que consuma menos de 20 gr de sacarosa (azúcar blanquilla) al día, nunca desarrolla caries dental.