La patología provocada por reflujo gastroesofágico es muy frecuente en niños y adultos. La clínica puede ser muy variada desde anorexia, otitis, afonía (sobre todo en niños), vómitos, nauseas, sensación de acidez en garganta, dolor en epigastrio (la parte alta del abdomen inferior al esternón), sensación de peso en esa misma zona, mal aliento, sobre todo si hay coinfección con Helicobacter pylori, sensación de apetito que desaparece tras las primeras degluciones.
Puede estar provocado por alergia o intolerancia a algún o varios alimentos, esofagitis eosinofílica, celiaquía, o en otras ocasiones, nacer el niño con esa patología, que puede empeorar con la edad.
El diagnóstico se realiza practicando una ecografía, o tránsito baritado, endoscopia, estudio de el reflujo acídico y alcalino por pHmetría esofágica en 24 h, dependiendo de la gravedad del cuadro.
Además de la dieta, y evitar el alcohol, tabaco, disminuir el café y si es posible el stress, se usan otros tratamientos médicos, como in- hibidores de la bomba de protones, alcalinos, protectores directos de la mucosa esofágica y gástrica,
Las complicaciones de ese reflujo, si no se trata correctamente, además de la prolongación de las molestias citadas, pueden sobrevenir estenosis o estrechamiento de ciertas zonas del esófago, que pueden obligar a la desagradable practica de la dilatación con bujías, úlceras de esófago, esófago de Barrett, considerado por muchos como precanceroso y a larga es más probable el desarrollo de una neo de esófago.
La pregunta en ocasiones difícil de responder es cuando hay que recurrir a la cirugía, es decir a la corrección quirúrgica.
Sobre este punto interesante, Mescape y Reuters Health ha publicado un consenso internacional que os transcribo, que sin duda os ayudará a aplicar la mejor terapia a estos enfermos
Medscape, Reuters Health, Dr. Jan Tack de KU Leuven, en Bélgica, Gut, en línea el 2 de agosto, y un grupo multidisciplinario apoyado por la Sociedad Internacional de Enfermedades del Esófago (ISDE) , ofrecen nuevas pautas de consenso con recomendaciones para la selección de adultos con trastorno de reflujo gastroesofágico (GERD) para la cirugía antirreflujo. Abordaron 37 declaraciones que cubrían la presentación clínica y las comorbilidades y una variedad de modalidades diagnósticas a considerar en los pacientes para cirugía antirreflujo.
De acuerdo con las pautas de consenso de ICARUS, los pacientes con acidez gástrica que responden satisfactoriamente a los inhibidores de la bomba de protones (IBP), los pacientes con hernia hiatal, los pacientes con esofagitis de Los Ángeles grado B o superior y los pacientes con esófago de Barrett son buenos candidatos para la cirugía antirreflujo.
Los pacientes con acidez funcional o esofagitis eosinofílica, por otro lado, son malos candidatos para la cirugía antirreflujo.
Todos los candidatos para la cirugía antirreflujo deben someterse primero a una endoscopia. Los pacientes que se sospecha que tienen hernia hiatal o esófago corto también deben tener una deglución de bario. Si la endoscopia no muestra esofagitis de reflujo inequívoca, se debe realizar un monitoreo del pH esofágico (con o sin monitoreo de impedancia) mientras no se toman los IBP antes de la derivación de la cirugía antirreflujo.
La evaluación del vaciamiento gástrico es innecesaria en los pacientes que se consideran para la cirugía antirreflujo, señalan los autores.
Este protocolo está avalado por la Sociedad Europea de Enfermedades del Esófago, la Sociedad Europea de Neurogastroenterología y Motilidad, la Sociedad Americana de Neurogastroenterología y Motilidad y la Asociación Europea de Gastroenterología, Endoscopia y Nutrición.
NOTA DEL DR TORMO: en pediatría se consideran candidatos a cirugía, si:
- hay interrupción del peso o talla, no atribuible a otra causa
- si hay anemia ferropénica, no atribuible a otras causas
- si cursan con neumonías o cuadros bronquiales a repetición, no atribuible a otras causas.