Consumo de ALCOHOL
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La cultura popular, las canciones populares de grupos juveniles, están llenas de incitación al consumo de alcohol sobre todo, de baja graduación, en forma de vino, y menos de invitación al consumo de licores de alta graduación. El estímulo al consumo de bebidas con baja concentración de alcohol, como la cerveza, vino, sidras.. queda relegado a anuncios por TV o vallas publicitarias, lo que ayuda a mantener la creencia general de que la ingesta de algo de vino, incluso a diario  es sano y conveniente e incluso recomendado por los cardiólogos.

Nada más lejos de la realidad; esa idea va a costar un gran esfuerzo de erradicar de la mente de las personas; el imperio económico que se está levantando favoreciendo el consumo de vino  va  a ser más difícil de someter a la cruda realidad que el imperio creado por el consumo de tabaco. Repasemos algunas recientes publicaciones de MedScape

El alcohol etílico (etanol; CH3 -CH2 -OH) es un hidrocarburo de bajo peso molecular que se deriva de la fermentación de azúcares y cereales (Alcohol Toxicity, Updated: Jan 05, 2021.  Author: Michael D Levine, MD; Chief Editor: Jeter (Jay) Pritchard Taylor, III, MD).  Está ampliamente disponible como bebida y como ingrediente en extractos de alimentos, medicamentos para la tos y el resfriado y enjuagues bucales.

El etanol se absorbe rápidamente tanto en la mucosa gástrica como en el intestino delgado, alcanzando una concentración máxima entre 20 y 60 minutos después de la ingestión. Una vez absorbido, se convierte en acetaldehído. Esta conversión involucra tres enzimas: la isoenzima CYP2E1 del citocromo P450 microsomal, la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH) basada en el citosol y el sistema de catalasa de peroxisomas. Luego, el acetaldehído se convierte en acetato, que se convierte en acetil Co A y, en última instancia, en dióxido de carbono y agua.

La intoxicación por alcohol es común en la sociedad moderna, en gran parte debido a su amplia disponibilidad. Se cree que más de 8 millones de estadounidenses son dependientes del alcohol y se considera que hasta el 15% de la población está en riesgo. En algunos estudios, más de la mitad de todos los pacientes traumatizados están intoxicados con etanol en el momento de su llegada al centro traumatológico. Además, el etanol es un coingerente común en los intentos de suicidio.

En 2019, se informaron 7937 exposiciones únicas al etanol en bebidas, con 353 resultados importantes y 53 muertes. En las cifras de alcoholemia puede jugar también cierto papel el alcohol de algunos colutorios bucales y geles desinfectantes para manos.

La velocidad del metabolismo del alcohol consumido depende del polimorfismo genético del enzima alcohol desihidrogenasa, de la cantidad del alcohol consumido y la velocidad a la que se ha consumido el alcohol. Como regla general, el etanol se metaboliza a una tasa de 20 a 25 mg/dl en los no alcohólicos, pero a una tasa mayor en los alcohólicos crónicos.

La intoxicación por etanol generalmente es causada por una borrachera de alta intensidad (es decir, el consumo de una gran cantidad de alcohol durante un episodio de borrachera). Aproximadamente 38 millones de adultos estadounidenses informan que beben en exceso un promedio de cuatro veces al mes y consumen un promedio de ocho bebidas por episodio. En 2010-2012, se produjo un promedio anual de 2221 muertes por intoxicación con etanol (8,8 muertes por millón de habitantes) en personas de ≥15 años de edad en los Estados Unidos. De esas muertes, 1681 (75,7 %) fueron de adultos de 35 a 64 años y 1696 (76,4 %) de hombres.

Aunque muchos pacientes presentan intoxicación por etanol como su único problema, muchos otros pacientes tienen intoxicación por etanol como parte de un cuadro más amplio. Por lo tanto, la morbilidad a menudo se debe a la congestión o a lesiones y enfermedades coexistentes.

El uso a largo plazo produce lesiones hepáticas y gastrointestinales. Coma, estupor, depresión respiratoria, hipotermia y muerte pueden resultar de altas concentraciones de intoxicación aguda por etanol. Los alcohólicos crónicos, así como los niños, corren el riesgo de sufrir hipoglucemia.

En el consumidor crónico la cirrosis hepática aparece inevitablemente y con ella la hipertensión portal, varices esofágicas, sangrado, hiperamoniemia, follie hepática…etc.

Poco más de un mes después de que la Federación Mundial del Corazón emitiera un resumen de políticas que declaraba que ninguna cantidad de alcohol puede considerarse segura para el corazón (Trending Clinical Topic: Alcohol. Ryan Syrek. April 01, 2022), nuevos estudios que abordaron el efecto del alcohol en el cerebro, el riesgo de cáncer y la incidencia de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) dieron como resultado el tema clínico de mayor tendencia de esta semana. Un nuevo estudio realizado en el Reino Unido sugiere que incluso una sola bebida al día está relacionada con cambios detectables en el cerebro. Los investigadores examinaron resonancias magnéticas cerebrales funcionales de        36 678 adultos sanos de 40 a 69 años y compararon los hallazgos con el consumo semanal de alcohol de los participantes, ajustando los factores de confusión (p. ej., edad, sexo, altura, nivel socioeconómico, país de residencia). El estudio encontró relaciones negativas entre la ingesta de alcohol y las medidas globales de materia gris y blanca, el volumen regional de materia gris y los índices de microestructura de la materia blanca. Estas asociaciones se extendieron por todo el cerebro y la magnitud aumentó con el número absoluto promedio de unidades de alcohol diarias consumidas por los participantes.

Más allá del cerebro, un estudio reciente determinó que el consumo excesivo de alcohol durante la edad adulta temprana puede aumentar el riesgo de cáncer en la edad adulta, incluso si el consumo de alcohol se detiene o disminuye en la mediana edad.

También se descubrió recientemente que el alcohol es uno de los factores en el desarrollo de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Además de altreraciones del índice de masa corporal (IMC), el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) y las proporciones de glóbulos blancos, se descubrió que la ingesta de alcohol posiblemente desempeña un papel causal en la ELA, según sugiere un estudio de metilación del ADN en todo el genoma.

Cada nuevo estudio que confirma o sugiere una nueva asociación negativa para la salud con el alcohol aparentemente llama la atención. O sea una sola ingesta al día de una bebida  alcohólica induce alteraciones negativas de la substancia gris y blanca del cerebro, detectables por Reasonancia Magnética , disminución del volumen regional de materia gris y los índices de microestructura de la materia blanca.. además de la relación con la aparición de cáncer y ELA.En niños y adolescentes induce una hipoglicemia, ya de por sí deletérea para las neuronas cerebrales.

Como mejor resumen podríamos decir: alcohol o cerebro sano, a elegir.
Especialista en enfermedades del aparato digestivo y patología nutricional Télf: 932 093 522  -  609 309 977 C/ Vía Augusta, 158, 4º - 08006 Barcelona ver en el mapa