Sorprende la coincidencia de lo sucedido en la Gran Guerra desarrollada entre el 1914 y 1918, con el brote de la mortífera gripe, llamada española, que causó más muertes que las explosiones y balas. Esperemos que no suceda lo mismo 100 y pico años más tarde.
Investigadores ingleses de la Universidad de Oxford (Long COVID a Global Issue for Patients and Healthcare Systems, Review Finds. By Reuters Staff. february 18, 2022, Medscapè), han publicado recientemente en el European Heart Journal, que el COVID PERSISTENTE o COVID PROLONGADO va a poner en jaque los sistemas de salud mundial, por sus repercusiones generales y sobre todo por sus efectos en el sistema cardiopulmonar, según datos y consecuencias observados hasta ahora.
Cita efectos como infarto de miocardio o miocarditis, además de los conocidos como fatiga y salud mental , lo que conduce a innumerables bajas laborales y gastos económicos incalculables.
Pero otros daños acechan en el próximo horizonte (Subvariant May Be More Dangerous Than Omicron: Study. Ralph Ellis, february 18, 2022, Medscxape): los efectos de la Subvariante OMICRON BA.2, no solo es más transmisible que la cepa OMICRON BA.1 sino que puede originar enfermedad más grave, según un estudio realizado en un laboratorio japonés.
Los investigadores estudiaron en su laboratorio lo que sucedía en hamsters infectados con las variedades BA.1 y BA. 2..
Los hamsters inoculados con la variedad BA.2, se ponían más enfermos, con mayores lesiones pulmonares y mayor pérdida de peso que los inoculados con la variante BA.1, lo que les permitió afirmar que la varainte OMICRON BA.2 es más patogénica que la BA.1.
Las dos variedades OMICRON BA.1 y BA.2 parecen evadir la inmunidad creada por las vacunas conocidas contra el COVID 19.
Más datos pesimistas: el tratamiento con anticuerpos monoclonales, que se ha usado en enfermos con COVID 19, ejerce poco efecto sobre los infectados con OMICRON BA.2; es más el BA.2 es casi completamente resistente al casivirimab y al imdevimab y 35 veces más resistentes al sotrovimab, comparado con el efecto sobre el virus original B.1.1.
Como único dato optimista cito lo que algunos investigadores afirman: lo que sucede en el laboratorio no es lo que sucede en el mundo real, y a veces es difícil trasladar lo que sucede en modelos celulares a lo que sucede en enfermedades humanas.