El aporte de vitamina D y calcio son fundmentales en los niños y adolescentes para formar una correcta masa ósea, cuyo pico máximo se alcanzará a los 25 años; posteriormente habrá una meseta en la adquisición de masa ósea y a los 45 años se puede empezar a perder masa ósea, hasta un 12% en el sexo femenino cada 10 años y un 8% en el masculino cada 10 años. Por ello será importante seguir consumiendo leche y vitamina D a lo largo de la vida, para perder menos masa ósea, y sobre todo, junto con ejercicio durante la infancia y adolescencia para llegar a los 25 años de edad con el máximo de masa ósea igenéticamente programado, y poder asumir con menos deterioro las pérdidas en la edad adulta /senectud, evitando la osteopenia y osteoporosis.
Ciertas medicaciones pueden ejercer una influencia negativa en la adquisición y conservación de la masa ósea, entre ellas podemos citar los corticoides, que inducen una pérdida de masa ósea. Este punto trae a colación que hacer con los niños y adultos asmáticos que necesitan corticoides; los inhalados, muy utlizados recientemente ¿pueden ser perjudiciales?.Leed el siguiente artículo citado por Medscape.Veronica Hackethal o mi resumen.
Los niños que usan corticosteroides inhalados (ICS) diariamente para el asma persistente moderado no tienen un riesgo significativamente mayor de fracturas óseas en comparación con los niños con asma que no toman esteroides, mostró un nuevo estudio.
"Los médicos que utilizan corticosteroides inhalados ( CSI ) para tratar y controlar mejor el asma infantil no deben temer por la posible asociación a fracturas óseas, ya que tal peligro no existe; el temor a inducir fracturas no es una razón para limitar el uso terapéutico de los corticosteroides inhalados (CSI)¸ aseguran Natasha Gray, MPH, del Hospital para Niños Enfermos de Toronto, Ontario, Canadá, y sus colegas en un artículo publicado en línea el 13 de noviembre en JAMA Pediatrics . en artículo citado por Medscape, Veronica Hackethal, MD, November 15, 2017
Sin embargo, el estudio también demostró que los esteroides sistémicos se asociaban con un riesgo significativamente mayor de fractura.
Teniendo en cuenta que el miedo infundado al riesgo de fractura al recetar coticosteroides inhalados, puede condicionar una insuficiente administración de dichos corticoides inhalados y fracaso en el control del asma, provocando exacerbaciones con la posterior necesidad de recurrir a la administración sistémica de corticoiodes que éstos sí que pueden afectar la masa ósea, los autores agregaron: "Un control sistemático del asma con los corticosteroides inhalados podría reducir la probabilidad de exacerbaciones del asma que requieran el uso de corticosteroides sistémicos, por lo que un uso apropiado más amplio de los corticosteroides inhalados podría llevar potencialmente a una reducción del riesgo de fractura".
Los corticosteroides inhalados diarios son el estándar de oro para el tratamiento a largo plazo en niños con asma leve y persistente. Sin embargo, la investigación en adultos ha demostrado que los esteroides sistémicos pueden predisponer a la osteoporosis y aumentar el riesgo de fractura. Ese hallazgo había planteado dudas acerca de si los corticosteroides inhalados tenían un efecto similar sobre la salud ósea durante la infancia, un período crítico para el desarrollo óseo. Sin embargo, los estudios sobre la seguridad de corticosteroides inhalados en niños son pocos y han arrojado resultados inconsistentes.
Para investigar el tema, los investigadores llevaron a cabo un estudio de control de casos basado en la población en Ottawa, Ontario, Canadá. Utilizando bases de datos administrativas, identificaron a 19.420 niños de 2 a 18 años (61% hombres) a quienes se les había diagnosticado asma entre abril de 2003 y marzo de 2014.
Los investigadores compararon a los niños en una proporción de 1:4 basada en la fecha de nacimiento, sexo y edad al momento del diagnóstico de asma. Los casos incluyeron a 3884 niños que habían experimentado una primera fractura después de un diagnóstico de asma. Los controles incluyeron 15,536 niños libres de fracturas después de un diagnóstico de asma. Luego, los investigadores evaluaron el uso de corticosteroides inhalados un año antes de que ocurrieran las fracturas. El análisis controlado para los factores sociodemográficos, así como el uso de esteroides sistémicos y otros medicamentos.
Los resultados no mostraron ninguna relación significativa entre la primera fractura después de un diagnóstico de asma y el uso actual de corticosteroides inhalados (odds ratio[OR], 1,07; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,97 a 1,17; P = 0,20), el uso reciente del CSI (OR, 0,96; IC del 95%: 0,86 a 1,07; P = 0,53), o el uso pasado del CSI (OR, 1,00; IC del 95%: 0,91 a 1,11; P; C).
El uso de esteroides sistémicos 1 año antes de que ocurriera una fractura sí que se asoció con un aumento del 17% en las probabilidades de fractura (OR, 1,17; IC del 95%: 1,04 a 1,33; P = 0,01) en comparación los de uso cero de esteroides sistémicos.
Los autores señalan que tener asma grave podría explicar parte de la asociación entre el riesgo de fractura y los corticosteroides sistémicos, ya que los niños con asma grave pueden tener menores niveles de actividad física, lo que podría tener un efecto perjudicial sobre la fortaleza ósea.
Concluyen:"Las investigaciones futuras deben investigar cómo la gravedad del asma puede jugar un papel en el riesgo de fractura, ya que parte del aumento del riesgo asociado con los corticosteroides sistémicos puede deberse a la enfermedad subyacente en sí".
Los autores mencionaron varias limitaciones del estudio, incluyendo el uso de datos administrativos, que impidieron la evaluación para la nutrición, la gravedad de la enfermedad y los niveles de vitamina D y calcio. Además, para ser aceptados en el trabajo , los niños tenían que estar incluidos en la cobertura pública de medicamentos a través del Programa de Beneficios de Medicamentos de Ontario. Por lo tanto, la mayoría de los pacientes provenían de familias de bajos ingresos, y los resultados no se pueden generalizar más ampliamente a poblaciones de ingresos moderados y altos.
JAMA Pediatría. Publicado en línea el 13 de noviembre de 2017. Abstracto
Comentario del Dr Tormo: Si la vigilancia de un aporte de leche correcto y vitamina D a lo largo de la infancia y adolescencia es importante para alcanzar una correcta masa ósea ( y también en la edad adulta), aún lo es más en los grupos de riesgo, como niños o adolescentes con movilidad reducida o que son tratados con corticoides; los inhalados, en el caso del asma, son inofensivos en lo que concierne a la adquisición de una correcta masa ósea. También en estos niños de riesgo, el control de la masa ósea por métodos que no entrañen una irradiación es aconsejable.