En mi consulta hemos atendido enfermos que se quejan de que no pueden pensar como antes , les cuesta concentrarse o han de invertir más tiempo para resolver problemas, y buscan una dieta especial, o ingesta de medicamentos que les solucionen este problema. Muchos han probado dietas sin gluten ni lactosa o sin otros azúcares sin ningún éxito.
Un gran porcentaje de ellos, un 35%, han sufrido una infección por coronavirus, y buscan medicamentos que les activen la circulación cerebral, para que se les vaya esa, a modo de, niebla cerebral. Recordemos que esa niebla cerebral junto a cansancio y dificultad respiratoria pueden ser signos y síntomas del LONG COVID o COVI PROLONGAD0.
Los vasodilatadores cerebrales (Google 2022, Inf Ter Sist Nac Salud 1994; 18: 169-176) no ejercen ningún efecto sobre los problemas propios del envejecimiento neuronal. Ni siquiera cuando existe un factor obstructivo -trombosis, embolia- la vasodilatabión a nivel cerebral no supone beneficio alguno, pues, ante la hipoxia local, ya se produce la máxima vasodilatación. El grupo de vasodilatadores cerebrales no conduce en el caso que nos ocupa, a ningún beneficio.
Por otra parte Medcape nos aconseja leer un artículo muy reciente, publicado en diciembre de 2021 (Non-invasive brain microcurrent stimulation therapy of long-COVID-19 reduces vascular dysregulation and improves visual and cognitive impairment A New Solution for Long-COVID Brain Fog? Pauline Anderson, February 10, 2022)..( Sabel MD. Restor Neurol Neurosci. 2021:39:393-408); según su autor (Sabel MD) la NIBS(No Invasiva Cerebral Estimulación) ayuda a solucionar, síntomas como cefalea, puede mejorar alteraciones visuales, pérdidas de equilibrio, y alteraciones cognitivas, como pérdida de memoria, pérdida de concentración, deficits de atención, dificultad en hallar la palabra adecuada, haciéndoles más fácil participar en una conversación, alteraciones que se pueden presentar tras la infección por COVID 19. También puede mejorar el glaucoma. En este trabajo demuestra su hipótesis.
La intervención NIBS consiste en la estimulación de corriente alterna transcraneal (tACS) utilizando un dispositivo de neuromodulación. Durante el procedimiento, los pacientes se sentaron cómodamente en una silla y se colocó un electrodo en el costado de cada ojo cerca de la frente.
Esta área, dijo Sabel, está cerca de la corteza frontal, que los estudios de resonancia magnética muestran que es la más afectada por la reducción del flujo sanguíneo. La corriente eléctrica alterna rápidamente entre los electrodos, "por lo que gira de un lado a otro", dijo Sabel. "Básicamente pasa de un ojo al otro, pero también atraviesa el cráneo hasta la corteza frontal".
Cada sesión de estimulación duró de 30 a 45 minutos. De dos enfermos, uno recibió 13 sesiones y el otro, 10. Sabel señaló que ambos pacientes se sometieron a una terapia de reducción del estrés antes de las sesiones de estimulación.
Ambos pacientes toleraron bien el tratamiento y reportaron sentir solo una sensación de hormigueo. No hubo eventos adversos o adversos graves.
Antes y después de la terapia, los investigadores evaluaron la cognición subjetivamente mediante entrevistas y cuantificaron los campos visuales mediante perimetría. También evaluaron a un paciente con una batería de pruebas cognitivas y con un analizador vascular dinámico retinal, un marcador sustituto de la desregulación vascular en el cerebro.
En ambos pacientes, los problemas visuales causados por la falta de suministro de sangre a los ojos mejoraron notablemente, dijo Sabel.
También experimentaron un mejor rendimiento cognitivo. "Lo que fue completamente sorprendente fue que en 3 o 4 días, el deterioro cognitivo mejoró significativamente", dijo Sabel.
COMENTARIO DEL DR TORMO: este trabajo demuestra la infinidad de ventajas de este procedimiento; tanto para mejorar las secuelas post- covid , como para otros procesos de hipoxia, o que cursan con falta de atención, o pacientes que han sufrido traumatismos craneales o accidentes vasculares cerebrales.