Más sobre antibióticos y alergias
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La abundancia de casos de alergia se ha atribuido fundamentalmente a:
El uso de antibióticos es crucial en el tratamiento de enfermedades infecciosas bacterianas, pero su uso "in útero" o en épocas tempranas de la vida, puede estar relacionado con el desarrollo posterior de alergia, por la alteración que produce en la bacteriología intestinal normal (o microbioma). A continuación transcribo un resumen del artículo referido por MedScape.com, sobre este tema (A Case for Antibiotic Perturbation of the Microbiota Leading to Allergy Development, Lisa A Reynolds, B Brett Finlay, Expert Rev Clin Immunol. 2013;9(11):1019-1030).
Muchos estudios en humanos han sugerido que el uso de antibióticos está asociado con el desarrollo de asma y alergias alimentarias. La acumulación de pruebas sugiere que la exposición a los antibióticos juega un gran papel; así la exposición a antibióticos en el útero o durante el primer año de vida, se asocia con el desarrollo de alergia y síntomas asmáticos más tarde en el transcurso de la vida; la duración y la frecuencia de la exposición a antibióticos es son factores importantes añadidos; la interrupción o modificación de la microbiota ( o población bacteriana del intestino humano) sana predispone a los niños al desarrollo de alergias.
Las especies individuales dentro de la microbiota difieren en su capacidad para estimular respuestas inmunes, y la presencia de grupos específicos dentro de su ADN se correlaciona con su capacidad para activar las células dendríticas (DCs PT ) Los antibióticos orales (ampicilina, metronidazol, neomicina y vancomicina) pueden afectar sistémicamente comunidades microbianas si son bien absorbidos por el tracto gastrointestinal.
La abundancia y los tipos de microbios en los bronquios de los seres humanos se ha demostrado que se correlacionan con la aparición de asma.
Los pulmones sanos están dominadas con Bacteroidetes, particularmente especies de Prevotella, en contraste con los pulmones asmáticos, dos estudios independientes han demostrado que especies como Proteobacteria estan asociadas a un fenotipo asmático, en parte vinculado a la ingesta previa de antibióticos.
Varios mecanismos se han descrito para justificar el que la microbiota intestinal pueda regular las respuestas inmunes a nivel sistémico o general. Las señales procedentes de la microbiota parecen regular la hematopoyesis de la médula ósea, la secreción de inmunoglobulinas, la susceptibilidad a la infección entre otras acciones. La microbiota fermenta componentes de la dieta para producir una variedad de metabolitos tales como folato y ácidos grasos de cadena corta ( AGCC), cuya carencia, tras la acción de los antibióticos, es perjudicial para el intestino y su permeabilidad.
¿Pueden ayudar en este contexto los probióticos?
Los estudios en humanos no han podido demostrar una reducción significativa en la aparición de asma después de la exposición probiótica en el útero o en la vida temprana, al menos en lo que concierne a una mezcla de especies de Lactobacillus y Bifidobacterium.
Por otra parte, el tratamiento oral conjunto con Lactobacillus rhamnosus, Lactobacillus reuteri, Lactobacillus paracasei o Bifidobacterium lactis, la administración intranasal de Bifidobacterium longum y la instilación de L. rhamnosus intragástrica se demostrado protectora del desarrollo de alergia en ratones.
Además la alteración de la microbiota favoreciendo una enfermedad alérgica o su exacerbación, se ha asociado con la aparición de muchas enfermedades inflamatorias, infecciosas y metabolómicas.
- Polución atmosférica.
- Cambios en la dieta.
- Ausencia de parasitación por helmintos u otros parásitos.
- Teoría de la higiene entrelazada por el uso aumentado de antibióticos.
El uso de antibióticos es crucial en el tratamiento de enfermedades infecciosas bacterianas, pero su uso "in útero" o en épocas tempranas de la vida, puede estar relacionado con el desarrollo posterior de alergia, por la alteración que produce en la bacteriología intestinal normal (o microbioma). A continuación transcribo un resumen del artículo referido por MedScape.com, sobre este tema (A Case for Antibiotic Perturbation of the Microbiota Leading to Allergy Development, Lisa A Reynolds, B Brett Finlay, Expert Rev Clin Immunol. 2013;9(11):1019-1030).
Muchos estudios en humanos han sugerido que el uso de antibióticos está asociado con el desarrollo de asma y alergias alimentarias. La acumulación de pruebas sugiere que la exposición a los antibióticos juega un gran papel; así la exposición a antibióticos en el útero o durante el primer año de vida, se asocia con el desarrollo de alergia y síntomas asmáticos más tarde en el transcurso de la vida; la duración y la frecuencia de la exposición a antibióticos es son factores importantes añadidos; la interrupción o modificación de la microbiota ( o población bacteriana del intestino humano) sana predispone a los niños al desarrollo de alergias.
Las especies individuales dentro de la microbiota difieren en su capacidad para estimular respuestas inmunes, y la presencia de grupos específicos dentro de su ADN se correlaciona con su capacidad para activar las células dendríticas (DCs PT ) Los antibióticos orales (ampicilina, metronidazol, neomicina y vancomicina) pueden afectar sistémicamente comunidades microbianas si son bien absorbidos por el tracto gastrointestinal.
La abundancia y los tipos de microbios en los bronquios de los seres humanos se ha demostrado que se correlacionan con la aparición de asma.
Los pulmones sanos están dominadas con Bacteroidetes, particularmente especies de Prevotella, en contraste con los pulmones asmáticos, dos estudios independientes han demostrado que especies como Proteobacteria estan asociadas a un fenotipo asmático, en parte vinculado a la ingesta previa de antibióticos.
Varios mecanismos se han descrito para justificar el que la microbiota intestinal pueda regular las respuestas inmunes a nivel sistémico o general. Las señales procedentes de la microbiota parecen regular la hematopoyesis de la médula ósea, la secreción de inmunoglobulinas, la susceptibilidad a la infección entre otras acciones. La microbiota fermenta componentes de la dieta para producir una variedad de metabolitos tales como folato y ácidos grasos de cadena corta ( AGCC), cuya carencia, tras la acción de los antibióticos, es perjudicial para el intestino y su permeabilidad.
¿Pueden ayudar en este contexto los probióticos?
Los estudios en humanos no han podido demostrar una reducción significativa en la aparición de asma después de la exposición probiótica en el útero o en la vida temprana, al menos en lo que concierne a una mezcla de especies de Lactobacillus y Bifidobacterium.
Por otra parte, el tratamiento oral conjunto con Lactobacillus rhamnosus, Lactobacillus reuteri, Lactobacillus paracasei o Bifidobacterium lactis, la administración intranasal de Bifidobacterium longum y la instilación de L. rhamnosus intragástrica se demostrado protectora del desarrollo de alergia en ratones.
Además la alteración de la microbiota favoreciendo una enfermedad alérgica o su exacerbación, se ha asociado con la aparición de muchas enfermedades inflamatorias, infecciosas y metabolómicas.
