CONSUMO DE CARNE ROJA Y PROCESADA
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Nuestro país es un gran consumidor de carne roja y procesada…embutido de todo tipo, con más o menos grasa, jamón ibérico cuando es posible…salchichón, fuet, chorizos, botifarras, carne de cordero..etc…

La grasa saturada de embutidos puede ser perjudicial si se consume con frecuencia, costumbre dietética que es frecuente en todo el país, desde Islas Canarias, Ceuta, Melilla hasta Pirineos, en parte debida al excelente sabor de estos productos citados. (Distribución y Consumo 104 Mayo-Junio 2012, Consumo de embutidos y salazones en España VÍCTOR J. MARTÍN CERDEÑO). Ya en el 2012 se escribió que los hogares españoles consumieron 2.416 millones de kilos de carne y productos cárnicos y gastaron 15.516 millones de euros en esta familia de productos (en términos per cápita se llegó a 52,7 kilos de consumo y 338,1 euros de gasto). La carne transformada tuvo una participación notable en esta demanda con 12,2 kilos y casi 102 euros por persona; los embutidos y salazones complementan al jamón en esta parcela de la demanda y se convierten en productos con un extendido consumo. En el contexto de la Unión Europea estos datos no son más optimistas; así Alemania es el principal productor y consumidor de embutidos y salazones seguido de Francia, Reino Unido, Italia y España.

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Por ello es interesante leer el siguiente resumen referente a la prevención del cáncer colorrectal. Roxanne Nelson, el 19 de abril 2019, en Medscape, cita un trabajo publicado el 17 de abril 2019, en el  International Journal of Epidemiology.

Este trabajo  asegura que: “ Consumir una cantidad moderada de carne roja y/o carne procesada se asocia con un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.

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Los autores del estudio encontraron que comer un promedio de 76 gramos de carne roja o carne procesada al día, lo que está en línea con las recomendaciones actuales del gobierno del Reino Unido, estaba asociado con un 20% más de probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal en comparación con consumir sólo unos 21 gramos al día.

El consumo de alcohol también aumentó el riesgo de cáncer colorrectal, pero comer fibra de pan y cereales lo redujo.

"Nuestros resultados sugieren fuertemente que las personas que comen carne roja y procesada cuatro o más veces a la semana tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de intestino que los que comen carne roja y procesada menos de dos veces a la semana", señaló el coautor Tim Key, director adjunto de la unidad y profesor de epidemiología de la Universidad de Oxford, Reino Unido, en una declaración.

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"Hay pruebas sustanciales de que la carne roja y procesada están relacionadas con el cáncer de intestino, y la Organización Mundial de la Salud[OMS] clasifica la carne procesada como carcinogénica y la carne roja como probablemente carcinogénica, pero la mayoría de las investigaciones anteriores observaron a personas en la década de 1990 o antes, y las dietas han cambiado significativamente desde entonces, por lo que nuestro estudio ofrece una perspectiva más actualizada que es relevante para el consumo de carne en la actualidad".

Los embutidos además del riesgo carcinogénico, son muy ricos en  grasas saturadas, y a nuestras arterias no les favorece el baño diario o frecuente en tales grasas con el consiguiente incremento del colesterol LDL, VLDL..

No habrá que tomar estas conclusiones “a la brava” y dejar de consumir carne roja; este tipo de carne, además de sus excelentes cualidades organolépticas, es una fuente imprescindible y biodisponible de hierro y zinc; con carne de aves o pescado, que también poseen mioglobina que es donde radica el hierro biodisponible, también se puede conseguir este aporte citado de hierro y zinc, pero en menor cantidad.

El hierro de otras fuentes como verduras, frutos secos  o ciertas legumbres, es muy poco biodisponible …Para asegurar un hierro y ferritina en sangre correctos deberemos acudir al consumo de carne poco de roja y completar con carne de aves o pescado. Referente a este último deberemos vigilar la probable presencia de Anisakis, y consumir el pescado previamente a la compra congelado, o bien comprarlo fresco y congelarlo en casa 3 días a – 20 grados.

Repito mi consejo una vez más “ Comer de todo un poco y de mucho nada”

 
Especialista en enfermedades del aparato digestivo y patología nutricional Télf: 932 093 522  -  609 309 977 C/ Vía Augusta, 158, 4º - 08006 Barcelona ver en el mapa