El perro se ha dicho que es el mejor amigo del hombre; yo me atrevería a puntualizar: el mejor amigo de su hombre, de su dueño. La amistad entre ambos data desde el NEOLÍTICO, cuando crías de madres lobas muertas que nos seguían en nuestros desplazamientos o merodeaban alrededor de los primeros asentamientos humanos, fueron acogidas y adoptados por esas primera tribus, ofreciéndoles seguridad, comida, una situación jerárgica en la tribu, y aprovechando el humano su ayuda, su fidelidad con el grupo que identicaban como su familia, sobre todo aprovechando su enorme olfato debido a un muy desarrollado rinencéfalo y con su potente ladrido advirtiendo del peligro potencial que en ocasiones se cernía sobre la tribu.
Para un niño su perro es como un hermano, juega con é, duerme con é, come con é, incluso en ocasiones en el mismo plato, loi besa en el hocico y en ocasiones niños han dado su vida para salvarlos. Esta estrecha convivencia propicia que puedan ser fuente de enfermedades transmitidas por ellos, de las que nos vamos a ocupar a continuación.
Hidatidosis
La hidatidosis, como cualquier infestación parasitaria, sigue un ciclo relativamente complejo (Wikipedia). En primer lugar, necesita de dos hospedadores, un
hospedador definitivo, el que posee la
tenia o gusano en estado adulto, y uno intermediario donde se desarrolla la
tenia en estado de
larva (quiste hidatídico). .
Es excepcional que se detecte una hidatidosis por un
shock anafiláctico, aunque se puede relacionar a ciertas "alergias de etiología poco conocida" que se expresan en el
análisis de sangre por un aumento de los
leucocitos eosinófilos. Su incidencia es muy baja y por regla general los quistes hidatídicos cursan durante años asintomáticos y en muchas ocasiones son detectados por exploraciones rutinarias (chequeos) a modo de hallazgos radiológicos o ecográficos.
La hidátide o quiste observa un patrón de crecimiento "tumoral" lento, con años de evolución; crece aproximadamente 1 cm por año y puede alcanzar un diámetro de hasta 20 cm. Cuando se localiza en el
hígado y obstruye las
vías biliares provoca alteración de la enzimas hepáticas y aumento de la
bilirrubina (
ictericia), siendo en ocasiones necesaria la resección de una parte importante del hígado. En formas poco desarrolladas se detecta por
ecografía de hipocondrio derecho.
Cuando se instala, los quistes pueden adquirir grandes tamaños e invadir parte de un hemitórax, provocando
tos irritativa,
hemoptisis, incluso
tos y molestias de las vías respiratorias superiores, hasta la evacuación parcial de su contenido.
La hidatidosis encefálica se descarta en la actualidad con técnicas no invasivas ni agresivas como la
resonancia magnética y la
tomografía axial computarizada, dado que en su localización cerebral provoca convulsiones, alteraciones en los estados de conciencia y personalidad, dependiendo de la región afectada.
En los primeros estadios de la infestación, sea de humanos como de otros herbívoros, los quistes observan tamaños imposibles de ser detectados por técnicas radiológicas digitales, y para localizarlos se hace necesario recurrir a estudios de laboratorio: muestras analizadas al
microscopio óptico, o estudios inmunitarios y serológicos específicos. Siempre cursa con eosinofilia.
Se puede diagnoticar en otras ocasiones por Resonancia magnética o TAC.
Helicobacter pylori:
Como ya publicamos en páginas anteriores de esta web, los perros pueden albergar y contagiar el Helicobacter pylori, por ello vigilad las salivas, lavaros las manos si os lamen y que no coman en nuestros platos servidos y listos pata tomarlos nosotros.
Otros parásitols intestinales:
- Helmintos Toxocara sp (12.4 y 8.9% en perros y gatos, respectivamente) (Wikipedia) son gusanoscilíndricos de extremos puntiagudos con tres labios en su boca, de color rosado claro-nacarado. Los adultos hembra miden alrededor de 15 cm, mientras que los machos casi la mitad. Los huevos miden 80 μm (micrómetros) y las larvas 0,4 mm de largo x 0,02 mm de ancho. Dadas las condiciones
Tienen
reproducción sexual, en la que el macho fecunda a la hembra, la cual disemina los huevos al ambiente. El ciclo normal ocurre sólo en el
perro y
gato, especialmente en cachorros de menos de cinco semanas, en los que ocurre la migración tráqueo-bronquial o ciclo de Loos. Este ciclo consiste en que las larvas infectantes (tipo L2) pasan desde el
intestino a la
circulación mesentérica, de ahí van al
hígado y posteriormente al
corazón derecho; una vez ahí migran hacia el
pulmón y si son animales menores de cinco semanas atraviesan el epitelio pulmonar y llegan a los alvéolos, posteriormente a la
tráquea y finalmente son deglutidos para alcanzar su estado adulto en el lumen intestinal. En el caso de los animales mayores de cinco semanas, no son capaces de pasar la membrana alveolar y se quedan en la circulación general, desde donde van hasta el
tejido muscular y quedan en estado de latencia hasta que se den las condiciones propias para la infección.
Sólo afectan al
hombre en el caso de que éste tenga contacto con las larvas en altas concentraciones, que en individuos inmunodeprimidos pueden causar
diarreas leves e incluso pueden atravesar el epitelio intestinal y producir el
síndorme larva-migrans visceral. En casos más graves pueden migrar hacia el
ojo e incluso hacia el
cerebro.
La toxocariosis se clasificaba clínicamente en dos síndromes "clasicos": visceral y ocular. Gracias al conocimiento actualizado sobre la gran variabilidad de signos y síntomas, a mejores herramientas diagnósticas y a un entendimiento mayor de la respuesta inmune y los mecanismos de evasión de las larvas, se consideran también la toxocariasis común o encubierta y la neurotoxocariosis. (Hotez. 2009; Roldan et al., 2010; Maizels. 2013; Macpherson. 2013).
Los órganos considerados como los más vulnerables debido a que la mayor parte de las manifestaciones se evidencia en ellos, son: hígado, pulmones, ojos y SNC.
Larva migrans visceral (LMV):
- Niños de 4 años ± 3, con importantes antecedentes de riesgo: geofagia y convivencia con perros, particularmente cachorros.
- Anorexia, astenia e irritabilidad, fiebre (37.5-39ºC), linfadenopatías, artralgias. En años recientes, se ha reportado un número mayor de sujetos infectados adultos, por ingesta de carne contaminada (Yoshida et al., 2016).
A nivel de órganos y sistemas:
- Hígado: Granulomas eosinofílicos, células inflamatorias, importante eosinofilia periférica, hepatomegalia, hepatitis. (Mukund et al., 2013).
- Pulmones: neumonitis con infiltrados transitorios, tos, disnea, sibilancias, broncoespasmo, neumonía, nódulos, de acuerdo con la severidad de la infección. Varios autores consideran que puede ser un factor de importancia asociado al asma. (Akuthota et al, 2012; Moreira et al., 2014).
- Piel: urticaria crónica, prurito crónico, prúrigo crónico, eczema misceláneo, paniculitis, vasculitis. (Gavignet
et al., 2008).
- Riñones: nefritis.
- Corazón: miocarditis, endocarditis. (Bolívar-Mejía et al., 2013; Lemaire et al., 2014).
- BH: eosinofilia periférica.
LMV encubierta - Niños |
Toxocariasis común - Adultos |
- Fiebre
- Trastornos de la conducta y sueño, letargo
- Tos, sibilancias, broncoespasmo
- Cefalea
- Dolor abodminal náusea, vómito, anorexia
- Hepatomegalia
- Dolores musculares
- Linfadenitis cervical
- Neumonía, trastornos neurológicos, cardíacos. |
- Astenia
- Adinamia
- Prurito
- Manifestaciones pulmonares: disnea
- Dolor abdominal
- Náusea
- Anorexia
- Erupciones cutáneas
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Ancylostoma sp (3.4 y 4.4% en perros y gatos, respectivamente). (Wikipedia) es un
género de
nematodos del
orden Strongylida cuyas
especies producen enfermedades conocidas genéricamente como
anquilostomiasis. Sus larvas penetran por la piel, migrando después a los pulmones, luego a la faringe y de ahí al intestino, donde anidan las formas adultas que eliminan los huevos en las heces. Estos huevos maduran en suelos cálidos y húmedos, dando lugar a la larva que penetra por la piel.
Su transmisión se ve favorecida por el hecho de no usar calzado y en países que carecen de sistema de alcantarillado o este es defectuoso.
La infección crónica producida por este parásito conduce a la anemia microcítica e hipocrómica.
Los protozoarios más frecuentes fueron Entamoeba sp, Isospora sp y Giardia Lamblia, bien conocidos por nosotros.(U Rev. investig. vet. Perú vol.29 no.4 Lima oct./dic. 2018, http://dx.doi.org/10.15381/rivep.v29i4.15348)
Bacterias: Capnocytophaga canimorsus:
La infección por ‘Capnocytophaga canimorsus’ puede provocar la pérdida de extremidades; es un tipo de zoonosis. Es poco común pero hay que señalar que la ‘Capnocytophaga canimorsus’ es una de las principales bacterias patógenas humanas asociadas a la mordedura de perros. Puede causar septicemia, meningitis, endocarditis e infecciones oculares. Suele provocar malestar general, nauseas, dolor de espalda y fiebre alta
La infección por ‘Capnocytophaga canimorsus’ se produce generalmente en casos de mordeduras o lametones en heridas abiertas. Afecta de un modo grave a individuos inmunocomprometidos como ocurre en el caso de quienes tienen el bazo extirpado (asplenia).
El género pertenece a la familia Flavobacteriaceae, e incluye ocho especies: seis son parte de la microbiota oral humana (C. gingivalis, C. granulosa, C. haemolytica, C. leadbetteri, C. ochracea y C. sputigena) y dos corresponden a patógenos zoonóticos, parte de la flora oral de gatos y perros (C. canimorsus y C. cynodegmi).