Dese hace años la ingesta de ácidos grasos omega -3 goza de muy buena prensa en los foros de nutrición  y poco ha cambiado el concepto de sus efectos favorables,  desde hace unos años. Su uso, se ha extendido en muchos países y franjas de edad. Así según Danielle Swanson 1, Robert Block , Shaker A Mousa (Omega-3 fatty acids EPA and DHA: health benefits throughout life. Adv Nutr, . 2012 Jan;3(1):1-7) los ácidos grasos omega-3 [(n-3)] se han relacionado con efectos beneficiosos sobre el envejecimiento, favoreciendo un menor   envejecimiento. También los ácidos grasos omega-3 derivados del pescado EPA y DHA se han asociado favorablemente con el desarrollo fetal, la función cardiovascular y la enfermedad de Alzheimer. Ya que nuestro cuerpo no produce eficazmente algunos ácidos grasos omega-3 de origen marino, es necesario obtener cantidades adecuadas a través del pescado y los productos de aceite de pescado. Los estudios han demostrado que el EPA y el DHA son importantes para el correcto desarrollo del feto, incluida la función neuronal, retiniana e inmunitaria. El EPA y el DHA pueden afectar a muchos aspectos de la función cardiovascular, como la inflamación, la enfermedad arterial periférica, los eventos coronarios importantes y la anticoagulación. El EPA y el DHA se han relacionado con resultados prometedores en la prevención, el control del peso y la función cognitiva en personas con enfermedad de Alzheimer muy leve.



Sin embargo volvemos a mi antigua frase de que hay que tomar de todo un poco y de mucho nada; así pues muy recientemente se han publicado dos ensayos, conocidos por las siglas  STRENGTH y REDUCE-IT (Dose-Related AF Risk With Omega-3 Fatty Acids?, Sue Hughes, March 16, 2021), JAMA. Gregory Curfman, MD,  Published online March 16, 2021) ,  en los que se evaluaron dosis elevadas (4 g/día) de ácidos grasos omega-3 en pacientes con enfermedades cardíacas (o con alto riesgo de padecerlas), en los que se produjo un aumento altamente significativo desde el punto de vista estadístico del riesgo de fibriación auricular (FA) en los grupos de omega-3 frente al control en ambos ensayos.



En el ensayo OMEMI en pacientes de edad avanzada con un infarto de miocardio reciente, una dosis intermedia (1,8 g/día) de ácidos grasos omega-3 también mostró un aumento del riesgo de FA (cociente de riesgo 1,84), pero no fue significativo. Y ahora, el ensayo VITAL-RHYTHM ha emostrado ningún efecto significativo de una dosis baja (840 mg/día) de ácidos grasos omega-3 sobre el riesgo de desarrollar FA en una población de prevención primaria.

Nota del Dr Tormo. Es correcto y saludable tomar un suplemento de ACIDOS GRASOS OMEGA-3 pero a una dosis baja de 840 mg al día…no por encima.