Depresión anímica, vitamina D y dietas
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Uno de los motivos de consulta de pacientes adultos es la DEPRESIÓN ANIMICA, y molestias o trastornos asociados a la depresión:
La depresión (WIKIPEDIA , del latín depressio, que significa ‘opresión’, ‘encogimiento’ o ‘abatimiento’) es el diagnóstico psiquiátrico y psicológico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana (anhedonia). Los trastornos depresivos pueden estar, en mayor o menor grado, acompañados de ansiedad.
El origen de la depresión es multifactorial. En su aparición influyen factores biológicos, genéticos y psicosociales
Diversos factores ambientales aumentan el riesgo de padecer depresión, tales como factores de estrés psicosocial, mala alimentación, malabsorción intestinal , intolerancias alimentarias, inactividad física, obesidad, tabaquismo, atopia, enfermedades periodontales, sueño, diabetes y deficiencia de vitamina D.
El centrar la causa de la depresión en intolerancias alimentarias, es peligroso si no se realizan estudios correctos, ya que las dietas de exclusión a que se somete a estos enfermos, son injustificadas en la mayoría de los casos, e incluso pueden agravar los síntomas o en el peor de los casos, con el tiempo, ser la causa única del trastorno depresivo: a menos comer ciertos alimentos, peor les sienta y con el tiempo es más difícil el reinstaurar la ingesta de pequeñas dosis del alimento excluido; el microbioma intestinal dicta nuestros gustos alimentarios que pueden ser perjudiciales para nuestra salud, con una dieta correcta alteraremos el microbioma, al principio costará un esfuerzo y la desaprobación del enfermo pero con el tiempo, poco, se modificará el microbioma y se aceptará con gusto los alimentos correctamente introducidos (ver paginas anteriores de esta web,: microbioma y gustos alimentarios).
Entre los factores psicosociales destacan el estrés y ciertos sentimientos negativos (derivados de una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticias, pena, contexto social, aspectos de la personalidad, el haber atravesado una experiencia cercana a la muerte) o una elaboración inadecuada del duelo (por la muerte de un ser querido).
Ya he hablado en ediciones anteriores de esta web, del efecto curativo sobre la depresión que aporta el ingerir probióticos, lactobacilos, y por ello lactosa que estimula el crecimiento de estos últimos. Ya la Naturaleza, en el periodo de formación del bebé lactado a pecho, período crucial de nuetra formación , los primeros meses de vida, le proporciona una leche que tiene 7 gr de lactosa por 100 ml, en tanto que la de vaca proporciona 4,5 gr de lactosa por 100 ml. de Es interesante también el efecto que ejerce la vitamina D en la mejoría de la depresión; leamos la presentación original, o el resumen que expongo a continuación sobre la Vitamina D (American Psychiatric Association (APA) 2018. Poster P3-096, presented May 6, 2018. Megan Brooks, 1
0 de mayo de 2018)
La suplementación con vitamina D puede ayudar a reducir los síntomas depresivos, según nuevos resultados de un meta-análisis actualizado.
"Las personas con deficiencia de vitamina D y deprimidas parecían responder mejor a la suplementación, pero había alguna evidencia de que la suplementación mejoraba los síntomas depresivos en personas que tenían un nivel normal de vitamina D", dijo a Medscape Medical News Marissa Flaherty, MD, del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore.
A nivel mundial, más de 300 millones de personas sufren de depresión. Es la causa número uno de años perdidos a causa de la discapacidad en todo el mundo. En los Estados Unidos, la prevalencia general de deficiencia de vitamina D ronda el 42%, con la tasa más alta observada en los negros.
"En mi tercer año de residencia, noté que muchos de mis pacientes deprimidos tenían niveles muy bajos de vitamina D, y cuando complementaba su vitamina D, sus síntomas depresivos, particularmente su fatiga y niveles de energía, mejoraban", señaló Flaherty.
Para investigar más a fondo, Flaherty y sus colegas realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis de cinco ensayos controlados aleatorios publicados de 2011 a 2016 que examinaron el efecto de la suplementación de vitamina D (versus ningún suplemento) sobre los síntomas depresivos, según lo medido por el Inventario de Depresión de Beck y la Escala de Calificación de Depresión de Hamilton.
El número de participantes en estos estudios varió de 40 a 746. El tipo y la vía de administración de los suplementos de vitamina D variaron, al igual que la duración del estudio (de 3 a 52 semanas) y los resultados. Por ejemplo:
Un estudio de 8 semanas publicado en 2013 encontró que la suplementación diaria con 1500 UI de vitamina D3 más 20 mg de fluoxetina era superior a la fluoxetina sola para controlar los síntomas depresivos en pacientes con trastorno depresivo mayor (DMD).
Un estudio de 3 meses encontró que dos inyecciones intramusculares simples de 150,000 o 300,000 IU de vitamina D mejoraron los índices de depresión en adultos deprimidos con deficiencia de vitamina D.
Un estudio de 8 semanas encontró que la suplementación semanal con 50.000 UI de vitamina D oral mejoró las puntuaciones de depresión en pacientes con MDD.
En el análisis de datos agrupados, Flaherty y sus colegas encontraron que los complementos de vitamina D mejoraron los síntomas depresivos, con un tamaño medio del efecto general (DME, 0,495; intervalo de confianza[IC] del 95%: 0,190 a 0,801; p = 0001).
NOTA DEL Dr TORMO: yo aconsejo, desde el punto de vista nutricional y dietético:
La depresión (WIKIPEDIA , del latín depressio, que significa ‘opresión’, ‘encogimiento’ o ‘abatimiento’) es el diagnóstico psiquiátrico y psicológico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana (anhedonia). Los trastornos depresivos pueden estar, en mayor o menor grado, acompañados de ansiedad.
El origen de la depresión es multifactorial. En su aparición influyen factores biológicos, genéticos y psicosociales
Diversos factores ambientales aumentan el riesgo de padecer depresión, tales como factores de estrés psicosocial, mala alimentación, malabsorción intestinal , intolerancias alimentarias, inactividad física, obesidad, tabaquismo, atopia, enfermedades periodontales, sueño, diabetes y deficiencia de vitamina D.
El centrar la causa de la depresión en intolerancias alimentarias, es peligroso si no se realizan estudios correctos, ya que las dietas de exclusión a que se somete a estos enfermos, son injustificadas en la mayoría de los casos, e incluso pueden agravar los síntomas o en el peor de los casos, con el tiempo, ser la causa única del trastorno depresivo: a menos comer ciertos alimentos, peor les sienta y con el tiempo es más difícil el reinstaurar la ingesta de pequeñas dosis del alimento excluido; el microbioma intestinal dicta nuestros gustos alimentarios que pueden ser perjudiciales para nuestra salud, con una dieta correcta alteraremos el microbioma, al principio costará un esfuerzo y la desaprobación del enfermo pero con el tiempo, poco, se modificará el microbioma y se aceptará con gusto los alimentos correctamente introducidos (ver paginas anteriores de esta web,: microbioma y gustos alimentarios).
Entre los factores psicosociales destacan el estrés y ciertos sentimientos negativos (derivados de una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticias, pena, contexto social, aspectos de la personalidad, el haber atravesado una experiencia cercana a la muerte) o una elaboración inadecuada del duelo (por la muerte de un ser querido).
Ya he hablado en ediciones anteriores de esta web, del efecto curativo sobre la depresión que aporta el ingerir probióticos, lactobacilos, y por ello lactosa que estimula el crecimiento de estos últimos. Ya la Naturaleza, en el periodo de formación del bebé lactado a pecho, período crucial de nuetra formación , los primeros meses de vida, le proporciona una leche que tiene 7 gr de lactosa por 100 ml, en tanto que la de vaca proporciona 4,5 gr de lactosa por 100 ml. de Es interesante también el efecto que ejerce la vitamina D en la mejoría de la depresión; leamos la presentación original, o el resumen que expongo a continuación sobre la Vitamina D (American Psychiatric Association (APA) 2018. Poster P3-096, presented May 6, 2018. Megan Brooks, 1
0 de mayo de 2018)
La suplementación con vitamina D puede ayudar a reducir los síntomas depresivos, según nuevos resultados de un meta-análisis actualizado.
"Las personas con deficiencia de vitamina D y deprimidas parecían responder mejor a la suplementación, pero había alguna evidencia de que la suplementación mejoraba los síntomas depresivos en personas que tenían un nivel normal de vitamina D", dijo a Medscape Medical News Marissa Flaherty, MD, del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore.
A nivel mundial, más de 300 millones de personas sufren de depresión. Es la causa número uno de años perdidos a causa de la discapacidad en todo el mundo. En los Estados Unidos, la prevalencia general de deficiencia de vitamina D ronda el 42%, con la tasa más alta observada en los negros.
"En mi tercer año de residencia, noté que muchos de mis pacientes deprimidos tenían niveles muy bajos de vitamina D, y cuando complementaba su vitamina D, sus síntomas depresivos, particularmente su fatiga y niveles de energía, mejoraban", señaló Flaherty.
Para investigar más a fondo, Flaherty y sus colegas realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis de cinco ensayos controlados aleatorios publicados de 2011 a 2016 que examinaron el efecto de la suplementación de vitamina D (versus ningún suplemento) sobre los síntomas depresivos, según lo medido por el Inventario de Depresión de Beck y la Escala de Calificación de Depresión de Hamilton.
El número de participantes en estos estudios varió de 40 a 746. El tipo y la vía de administración de los suplementos de vitamina D variaron, al igual que la duración del estudio (de 3 a 52 semanas) y los resultados. Por ejemplo:
Un estudio de 8 semanas publicado en 2013 encontró que la suplementación diaria con 1500 UI de vitamina D3 más 20 mg de fluoxetina era superior a la fluoxetina sola para controlar los síntomas depresivos en pacientes con trastorno depresivo mayor (DMD).
Un estudio de 3 meses encontró que dos inyecciones intramusculares simples de 150,000 o 300,000 IU de vitamina D mejoraron los índices de depresión en adultos deprimidos con deficiencia de vitamina D.
Un estudio de 8 semanas encontró que la suplementación semanal con 50.000 UI de vitamina D oral mejoró las puntuaciones de depresión en pacientes con MDD.
En el análisis de datos agrupados, Flaherty y sus colegas encontraron que los complementos de vitamina D mejoraron los síntomas depresivos, con un tamaño medio del efecto general (DME, 0,495; intervalo de confianza[IC] del 95%: 0,190 a 0,801; p = 0001).
NOTA DEL Dr TORMO: yo aconsejo, desde el punto de vista nutricional y dietético:
- no suprimir alimentos a no ser que se haya demostrado su efecto nocivo, y tras pruebas bien realizadas y bien interpretadas,
- comprobar niveles de vitamina D y aunque sean normales dar vitamina D (no a dosis tóxicas)
- reiniciar la admninstraciòn de lactosa, si se había suprimido, que es el caso más corriente
- equilibrar la dieta (ver ediciones anteriores de esta web)
- mitigar el estrés psicosocial, inactividad física, obesidad, tabaquismo, atopia, enfermedades periodontales, sueño y deficiencia de vitamina D.
- descartar otras enfermedades ocultas (tiroides, Enf. de Adison, renales, procesos cancerosos indiagnosticados….),lo que requiere la participación de un médico que además conozca la nutrición.
